Diputados y funcionarios nacionales y provinciales iniciaron el debate del proyecto ley de Promoción de la Industria del Calzado y su cadena de valor en una reunión informativa de la comisión de Industria de la Cámara de Diputados que contó con representantes del sector.
El proyecto fue debatido en el marco del encuentro de la comisión que preside Marcelo Casaretto (FDT), donde se comenzó a analizar la iniciativa presentada por la diputada nacional del FDT, Constanza Alonso, oriunda de la localidad bonaerense de Chivilcoy, uno de los polos de fabricación de zapatillas y zapatos.
«Siempre el objetivo es la defensa de la industria nacional, de la inversión productiva, creación de empleo y el desarrollo de la Nación. Algunos plantean modelos de libre mercado y eso ha atentado en contra del desarrollo de la industria pero estamos muy lejos de esas políticas», aseveró Casaretto al abrir la reunión.
Asimismo, Casaretto hizo referencia a la ausencia de diputados de la oposición y de todos los bloques que integran la Cámara baja que, dijo, fueron invitados a la reunión, pero no asistieron.
Por su parte, y al detallar los alcances del proyecto, la diputada Alonso precisó la necesidad de «lograr consensos para que esta ley sea representativa», y recordó que «hace más de un año venimos trabajando este proyecto para este sector que emplea más de 55 mil personas en la Argentina».
En la oportunidad, Juan Recce, director de la empresa Bicontinentar de Chivilcoy, sostuvo que «estamos acá porque queremos ser responsables de nuestro propio destino. Nos va a permitir crecer con reglas claras y con exigencias. Es una ley integral para la industria que nos saca de una zona de confort, relacionarlos con todo el ecosistema productivo».
Por su parte, Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, miembro de la UIA, precisó que la industria «cuenta con 1.200 empresas generalmente pymes de origen familiar, que ocupan más de 50 mil trabajadores», y defendió el proyecto al sostener que se trata de «una herramienta fundamental, que generará mayor inversión genuina y una industria más productiva y sustentable».
En tanto, la secretaria del Ministerio de la Producción de la provincia de Buenos Aires, Mariela Bembi, dijo que «es fundamental poder contar con una ley que le pueda dar previsibilidad al sector que plantea un esquema de objetivos de inversión y de crecimiento de los puestos de trabajo, incorpora tecnología y aumenta la escala», a la vez que puso de relieve los consensos logrados en favor de la ley.
Asimismo, el secretario de Comercio de la provincia de Buenos Aires, Ariel Aguilar, afirmó que «es fundamental que salga esta ley en cuanto a puestos de trabajo, es importante por el futuro integral de toda nuestra Argentina»
También la secretaria de Producción de La Matanza, Débora Giorgi, describió a ese municipio como la «Capital Nacional del Calzado», y señaló que «esta ley está institucionalizando una realidad», al sostener que «se trata de una industria estratégica».
Además, el vicepresidente de la UIA; Guillermo Moreti, sostuvo que este proyecto «da a la Argentina un futuro industrial», y dijo que «esta ley da previsibilidad en el tiempo, así uno puede crecer. Es un sector estratégico que lo golpea la apertura indiscriminada de los mercados».
Por su parte, la directora de la Comisión Nacional de Comercio Exterior, Mayra Blanco, sostuvo que se trata de «la orientación que queremos», y consideró que «el proyecto no tiene grietas, propone incentivos a la inversión y la defensa del trabajo argentino, y su incremento».
De acuerdo con el texto, la iniciativa busca que todos sus actores, proveedores de materias primas, industriales, trabajadores, marcas, consumidores, se vean favorecidos con una mayor oferta de pares y modelos de variada tecnología, con empleos calificados y de mayor calidad, con una industria mejor equipada y capaz de exportar, con mayores ventas de productos hechos en el país y a mejores precios para el consumidor final.
También busca crear un marco jurídico integral de condiciones propicias para un cambio estratégico del funcionamiento de la cadena de valor de la industria del calzado, tendiente a la sustitución de importaciones y el fortalecimiento de la capacidad exportadora del sector.
Entre los objetivos del régimen se busca «la promoción de las inversiones en el sector calzado; el fortalecimiento de su cadena de valor, la generación de puestos de trabajo de calidad; el fomento de una mayor inserción internacional que fortalezca el perfil exportador y el desarrollo de nuevos modelos y componentes, con escala y competitividad».
Asimismo, se propone «el impulso al desarrollo de nuevos materiales más versátiles y ecológicos, la promoción, desarrollo y transferencia de nuevas tecnologías, conocimientos e innovación y el cuidado del medioambiente».
El proyecto se encuentra en las comisiones de Industria y debe pasar aún por las de Legislación del Trabajo y Presupuesto y Hacienda, antes de llegar al recinto.