«Los funcionarios consolidan así la discriminación al no respetar los derechos consagrados en el convenio colectivo de trabajo. Lejos de avanzar en la resolución de la situación de los contratados, se profundiza la precariedad, se perjudica el normal funcionamiento de las cursadas, se cercena el derecho a la formación de los estudiantes y hay peligro de una virtual paralización de las carreras de reciente creación», aseguró.
La organización nacional, que conduce Carlos De Feo, explicó también que luego del conflicto salarial durante todo el primer cuatrimestre y el acuerdo paritario de julio último, la SPU se comprometió a girar los fondos para abonar los haberes a los contratados -el aumento a los más de 700 y el haber a unos 140 que comenzaron a dictar clases este año-, pero no se transfirieron».
A partir de las renuncias de Esteban Bullrich y Albor Cantard la SPU procura «dilatar» ese compromiso y aduce «un cambio de autoridades que regresaría a foja cero las gestiones realizadas, ignorando la continuidad institucional del Ministerio», apuntó.
La UNAJ tiene cuatro carreras de reciente creación (Trabajo Social, Economía, Ingeniería en Transporte y Medicina) y otras tantas tecnicaturas que no completaron el ciclo del último año.
«Ello implica la necesidad de incorporar nuevos docentes para cubrir las materias del plan de estudio a medida que los estudiantes avanzan, cuatrimestre a cuatrimestre, en la cursada.
Es inadmisible que en una carrera que dicta el tercer año de cursada se pague a los docentes del primero y segundo pero que no se envíen los fondos para cubrir los nuevos cargos del tercero. La SPU niega las necesidades de las instituciones universitarias recientemente creadas y que aún no consolidaron las plantas docentes y no docentes y su infraestructura», puntualizó.
La CONADU exigió a la Secretaría «el inmediato destino de fondos para el pago a los trabajadores de la UNAJ y más y mejor presupuesto para la universidad pública», concluyó el dirigente.