Continúa la Huelga Nacional Aceitera: «En el fondo quieren que el salario se siga destruyendo hasta que sólo nos alcance para cubrir nuestra alimentación y la de nuestras familias»

El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del Departamento San Lorenzo y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) continúan una huelga nacional en reclamo de una mejor oferta salarial. Aseguran que ante la negativa del gobierno de realizar una devaluación, las empresas oleaginosas buscan hacer pagar a los trabajadores esa búsqueda de ganancias.

Las cámaras patronales CIARA, CIAVEC y CARBIO y las empresas que las componen presentaron una oferta ante las organizaciones sindicales que consideraron «una provocación» puesto que no permite satisfacer «las 9 necesidades que establece la Ley de Contrato de Trabajo y la Constitución Nacional como Salario Mínimo Vital y Móvil: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión».

«Los representantes de las patronales sostienen que nuestro salario es elevado porque -en el fondo- quieren que el mismo se siga destruyendo hasta que sólo nos alcance para cubrir nuestra alimentación y la de nuestras familias», agregaron y recordaron que les costó una pulseada de 20 años lograr mejorar sus ingresos salariales, que en los ’90 eran muy bajos.

El gremio de aceiteros decidió entonces en el Primer Plenario Nacional Aceitero realizar una huelga como medida de fuerza a nivel nacional. Consideran que las empresas buscan «hacer pagar a las trabajadoras y trabajadores aceiteros por la devaluación que le vienen pidiendo al gobierno nacional».

«Nuestra huelga, que es una medida legítima de acción sindical, se cumple porque las y los aceiteros no van a trabajar y las empresas son las únicas responsables por las situaciones que puedan generarse con las filas de camiones que se estacionan a la vera de las rutas», advirtieron.

Esta huelga comenzó después de tres semanas de reuniones en las que no fue posible lograr un acuerdo. Según relatan los aceiteros, las empresas «no hicieron otra cosa que dilatar el diálogo porque ellos tienen tiempo, no tienen problemas. Nosotros no tenemos tiempo. Al igual que el resto de las y los trabajadores vemos cómo el salario cada vez alcanza para menos y no queremos perder lo que conquistamos con años de lucha».

«Las empresas buscan una devaluación, que va a afectar a trabajadores, desocupados y jubilados. Nosotros buscamos tener un salario que nos permita vivir dignamente después de cada jornada laboral», concluyeron.