Una de las más tradicionales firmas de la pampa «gringa» cordobesa no quedó afuera de la crisis económica general y del sector tambero en particular. Según informó CBA24n, la empresa ha despedido a nueve empelados, lo que significa el 20% de su personal. Además, ha cerrado la oficina con que contaban en el barrio General Bustos de la ciudad de Córdoba.
Como reacción, los trabajadores se movilizaron frente al ingreso a la fábrica, sobre la Ruta 9, en James Craik, la localidad donde está la planta. Allí mantienen un piquete para evitar el ingreso del personal y la producción.
Según afirman los titulares de la cooperativa de productores tamberos, su producción ha caído casi un tercio, del nivel registrado en diciembre pasado, 140 mil litros, a los 50 mil litros mensuales actuales.
Las autoridades también señalan la existencia de distintas variables que afectan a toda la producción lechera, destacando entre ellas la disparada en las tarifas, la inflación y una fuerte presión impositiva. A ello añaden la sucesión de lluvias que afectó a la región, ocasionando pérdidas y cortando las vías de circulación.
José Luis Volando, titular de la Federación Agraria Argentina Regional Córdoba, en diálogo con Radio Gen, resumió la situación como “un combo explosivo entre la baja rentabilidad y la caída de la producción”. Ante lo cual se llegó a especular con al cierre definitivo de la planta, medida que podría ser imitada por empresas de similar magnitud.