El paro con movilización convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) se replicó en diferentes localidades de la Argentina con manifestaciones similares a la que realizó la central obrera en la ciudad de Buenos Aires. Grandes concentraciones en ciudades que supieron el núcleo de poder libertario.
Una de las concentraciones más importantes se registró en Córdoba capital, el segundo centro urbano más grande de la Argentina y con gran tradición sindical. Sin embargo ese había sido el bastión principal de los libertarios en las elecciones que convirtieron a Javier Milei en Presidente.
Allí se iban a movilizar la CGT Córdoba, hacia el tradicional Patio Olmos, y la CGT Regional, que anunció la realización de un acto en el Museo Evita. Esta vertiente responde directamente a la línea nacional de la CGT con sede en la Capital Federal.
Ambas marchas mantuvieron una agenda común: el rechazo al DNU 70/23 promovido por el presidente Javier Milei y la ley ómnibus, que en la madrugada del miércoles consiguió dictamen y será tratada finalmente en el recinto de Diputados.
En la ciudad santafesina de Rosario, epicentro agroexportador argentino, gremios alineados con la CGT se movilizaron al mítico Monumento de la Bandera con las mismas consignas que sus pares y algunas críticas al gobernador Maximiliano Pullaro.
Santa Fe también se había convertido en uno de los bastiones libertarios y, de hecho, la diferencia por la que se impuso ahí le dio el empujón final a Milei para que sea Presidente.
Por su parte, la ciudad bonaerense de Mar del Plata fue escenario de otra gran concentración en el monumento al General San Martín y firmaron un documento titulado, «La patria no se vende», rubricado por los principales gremios.
En la región Norte y Sur, precisamente en la provincia de Salta, Chubut, Río Negro y Neuquén, las congregaciones también se hicieron sentir con grandes despliegues y lecturas de documentos como conclusión.