El Gobierno se puso como meta para Correo Argentino alcanzar una planta que tenga sólo 9500 empleados. Para estos fines, activó un proceso de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. La sociedad estatal forma parte del listado de empresas privatizables del proyecto de Ley Bases.
El Correo Argentino está en la mira del Gobierno, quiere privatizarla sin secretos. Así figura en el proyecto de Ley Bases que ya obtuvo media sanción en Diputados y ahora da vueltas en Senadores.
Hace dos semanas, la empresa estatal activó un plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas con el objetivo de reducir la plantilla en más de un 56%. Según consignó La Nación, ya se concretaron unas 2000 cesantías, de los más de 7300 empleados que se pusieron como meta eliminar de la nómina.
Según el mismo medio, el ojo de la motosierra no sólo se posó en las recursos humanos sino en los 901 inmuebles que tiene la compañía distribuidos en todo el país.
Está al frente del proceso de reestructuración Camilo Baldini, el actual presidente y director de Correo Argentino, un funcionario de carrera. Como el resto de las empresas públicas, el área está bajo la órbita de Nicolás Posse, el jefe de Gabinete.
De esta reducción del modelo empresario, podrían beneficiarse los correos privados como Andreani, OCASA y OCA. El sindicato que lidera Moyano es un jugador protagónico en lo relativo al correo postal privado, cuyos trabajadores pueden estar encuadrados en el convenio 40/89 de los camioneros. En cambio, el personal de Correo Argentino se distribuye en 93 sindicatos de todo el país que están representados en cuatro federaciones.