Una nueva jornada de lucha, la décimo segunda, exigiendo la reincorporación de los empelados despedidos de la empresa autopartista multinacional LEAR volvió a terminar con corte de la Panamerica y represión por parte de la Gendarmería Nacional.
La situación se desató minutos antes de las 19 horas, cuando los manifestantes consiguieron cortar el tránsito a la altura del kilómetro 31 de la Panamericana, en Don Torcuato.
Los ex trabajadores de la compañía habían avisado que, como lo han hecho en repetidas ocasiones en las últimas semanas, se concentrarían en la zona para reclamar contra las suspensiones y despidos. Y por eso la Gendarmería había montado un amplio operativo de seguridad.
Apenas los manifestantes ganaron la ruta e interrumpieron la circulación, los efectivos avanzaron con palos y escudos. Pero una vez que los empujaron hasta dejarlos detrás del guardarrail se desató una inexplicable violencia por parte de las fuerzas de seguridad que lanzaron golpes y disparos de balas de goma.
Producto del accionar de la Gendarmería en su avance, decenas de personas que participaban del piquete mostraron las consecuencias de los balazos de goma sobre su humanidad.
Nicolás de Caño, diputado nacional del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), denunció que la Gendarmería reprimió a los manifestantes sin abrir ningún canal de diálogo.