«Hemos tomado una resolución con un criterio lógico», declaró Gabriela Michetti a radio Mitre sobre las cesantías en el Senado y aseveró que en la adopción de la medida, rechazada por los gremios, contó con el acuerdo de los presidentes de diversos bloques del Senado, incluidos los de oposición.
«Miguel Ángel Pichetto, del Frente para la Victoria; Adolfo Rodríguez Saá, del Interbloque Federal y los radicales, que están junto con nosotros en Cambiemos, todos me acompañan en esta medida. Es más, la hemos tomado juntos», sostuvo la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado.
Consultada sobre el impacto de la resolución, rechazada por los gremios APL y ATE Congreso, Michetti dijo que a poco de llegar al Senado se encontró «con un baldazo de agua fría, por no decir una bomba, que es que el año pasado Boudou nombró (en planta permanente) a 2035 empleados que eran de planta política y que se tienen que ir”.
Según afirmó, los tres decretos de Boudou «implican un 146% de aumento de la planta permanente del Senado y un 80% de aumento de la masa salarial, incremento que es inexplicable e injustificable para los ciudadanos».
«Por qué le voy a meter la mano al ciudadano para sacarle mil y pico de millones de pesos más para sostener el mismo Senado, que hace las mismas cosas que hace un año pero con 2035 personas más que son de planta política y se tienen que ir cuando corresponde irse», insistió.
Según la presidenta del Senado, «no hay manera de sostener esa situación, porque es incorrecta y casi diría delictiva, porque pasa por arriba a toda la ley del empleado público», además de desbordar el presupuesto para salarios y la capacidad edilicia del senado.
Consultada sobre el rechazo gremial a que se califique de «ñoquis» a los empleados involucrados en el decreto, la vicepresidenta admitió que debió apurarse para tomar la medida, sin tiempo para evaluar cada caso, para evitar su efectivización.
«A la persona que está más de un año en planta permanente no la podés sacar más del Estado, salvo por causas muy pero muy extraordinarias. Entonces, yo tenía que apurarme y no pude mirar uno por uno», explicó.
Michetti rechazó también que el pase de esos trabajadores a planta permanente resuelto por Boudou haya implicado un «blanqueo» de empleados que se desempeñaban hasta entonces con contratos precarios.
«Cuando termina la gestión de (el ex vicepresidente Julio) Cobos, en diciembre de 2011, yo tenía 1.944 personas en planta permanente y 1.500 en planta transitoria. Y ahora, si le doy curso a estos decretos de Boudou, tengo 4.790 de planta permanente y 1.500 en planta transitoria», argumentó.
En el mismo sentido, sostuvo que «la planta transitoria sigue siendo ahora de 1.500 personas, entonces tengo un aumento de casi 3.000 personas personas en los últimos cuatro años”.
El que salió a cruzarla duro fue Norberto Di Próspero, titular del gremio del Personal Legislativo. Si las autoridades tienen certeza que hay «ñoquis» tienen que «tener los nombres» y «denunciar» la situación ante la justicia.
En diálogo con Radio Del Plata, el dirigente gremial fustigó la decisión de la presidencia del Senado que «primero hizo los decretos (para cesantear) y después creo la comisión» para investigar los casos.
«Hay mucha hipocresía, esto es una política de Estado y la quieren dibujar diciendo que hay ñoquis para justificar que van a echar trabajadores, porque quieren un estado chico. Esta es una política que ya la vivimos. Que lo digan, así sabemos qué enfrentamos», agregó.
Por otra parte, calificó a la medida como «aberrante desde el punto de vista jurídico», ya que los despedidos «eran planta permanente y vienen a trabajar todos los días».
Por último, señaló el ejemplo de lo sucedido en la Cámara de Diputados ante una situación similar, cuando se dio marcha atrás y los trabajadores accedieron a hacer «una auditoría, que era lo que había que hacer».