De acuerdo con el estudio, hasta septiembre pasado se encontraban operativas en el país 10.731 unidades productivas, en medio de una «prolongada crisis, que continúa agravándose año a año».
Coninagro junto con Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Federación Agraria emitieron un comunicado lanzando fuertes quejas contra el Gobierno y expresó su «profunda desilusión al más alto nivel».
En un documento difundido recientemente, Sociedad Rural Argentina mostró el resultado negativo de los tambos en los últimos 8 meses: con una devaluación de hasta el 65%, el tambero desde septiembre de 2017 solo logró un alza del 47,3% para la leche cruda y los costos de producción aumentaron un 103%.
«Hay una situación de aumento de costos mayores al aumento del precio de la leche, resultados negativos y tasas de financiamiento impagables», advirtió Coninagro en el comunicado.
Indicó que «las consecuencias obligan al cierre de tambos, faena de vacas en producción, abandono de la actividad y desaparición de empleos».
Agregó que «la producción se mantiene en los pisos mínimos, los mayores productores son los que están sosteniendo el volumen concentrando aún más la actividad».
De acuerdo con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) el tambo medio argentino utiliza 4,3 EH (equivalente hombre, con 2400 horas/año de trabajo) de los cuales el 40% son mano de obra familiar.
Según el estudio, con el ordeñe de 180 vacas se obtienen unos 2.700 litros diarios de leche.
Considerando el tamaño de los tambos en función de los litros de leche obtenidos diariamente la producción se concentra año a año en los establecimientos de mayor escala.
En la actualidad, en el país existen unos 360 tambos considerados «mega», con una producción de más de 15 mil litros diarios, aproximadamente el 20% del total.
Mientras que en el otro extremo los segmentos familiares y pequeños suman en conjunto menos del 20% con un total de 5.800 tambos, menos de 1.000 litros diarios por productor.
Para Coninagro, «la producción nacional se ubica levemente por encima de los 10 mil millones de litros anuales, cifras similares al inicio de este siglo».
«Considerando que el entorno político sectorial y económico no ha sido de lo más bondadoso en la última década, y al ser un sistema de producción altamente complejo y de alta inversión, se puede inferir algunos de los motivos del no crecimiento de la lechería argentina», indicó el reporte.
En un comunicado, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias advirtió este martes que el gobierno no ha «comprendido cabalmente el deterioro que viene padeciendo el sector lechero».
El informe técnico de Coninagro precisó que además «el mercado interno presenta caídas en el volumen de ventas en la mayoría de los productos lácteos».
«Es preocupante que las mayores caídas en las ventas se están dando en leche fluida y leche en polvo, siendo que la leche al consumidor ha subido mucho menos que la inflación», se dijo.