El senador nacional y secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, sostuvo que ante el impacto de la crisis internacional en la industria del petróleo por la baja del precio del barril de crudo, Neuquén está ante “la gran oportunidad de direccionar los equipos hacia la explotación de gas”.
Se refirió especialmente al shale gas y el tight gas, que son aquellos provenientes de reservorios no convencionales. Para ello “se debe arreglar el precio del gas: llevar el gas a 5.80 dólares y seguir manteniendo el gas plus con el acuerdo que hay de 7,50 dólares”, dijo.
El senador advirtió que si bien la Argentina mantiene un precio del barril criollo a más del doble que el valor internacional, ante las crisis las empresas multinacionales adoptan medidas globales, por lo que “se han bajado casi todos los equipos y están en riesgo cinco mil puestos de trabajo”.
“Comunicaron que las empresas de servicios especiales presentaron un procedimiento de crisis, con números que están trabajando en rojo. El próximo martes (por hoy) entraremos en un proceso de negociaciones que va a durar muy poco, dos o tres días, porque el tema hay que resolverlo inmediatamente”, indicó.
Informó que el gobernador de la provincia, Omar Gutiérrez, lo acompañó en un encuentro celebrado con el CEO de YPF, Miguel Galuccio, y que cuenta con su total respaldo. “Hemos manifestado que no queremos despidos en nuestra provincia”.
“La República Argentina importa ocho mil millones de dólares por año de gas -recordó-. Hay que conseguir el precio para que los equipos se direccionen directamente a la producción de gas y que esos ocho mil millones de dólares que la Argentina invierte en importarlo paulatinamente lo achiquemos y lo volquemos a la producción”.
Pereyra adelantó también que está en contacto permanente con los ministros de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Jorge Triaca, y de Energía, Juan José Aranguren. “Tenemos que apostar siempre al diálogo. Creemos que hay que dejar siempre las puertas aunque sea entornadas un poquito. Es muy difícil arreglar los problemas de los trabajadores cuando se empiezan a cerrar puertas”, analizó.
“Vamos a evitar los despidos a través de la negociación y quizás a través de algún mecanismo legal como en 2008, que pudimos mantener los puestos de trabajo. Lo que se negocia es la continuidad del trabajo, seguramente vamos a tener que bajar algunas pretensiones, pero lo más importante es conservarlo”, dijo.
En cuanto a la pretensión esbozada por el gobierno de Chubut de que el gobierno nacional baje el precio del barril que le paga a Neuquén y la diferencia engrose el precio del barril de Chubut, enfatizó: “Nosotros no estamos dispuestos a perder un solo centavo de dólar de lo que ya está arreglado. El gobernador Omar Gutiérrez me apoya porque una situación así implicaría una grave consecuencia para la actividad y para las arcas de la provincia del Neuquén. Nos quieren invitar a un conflicto nacional y nosotros no estamos de acuerdo, hay muchísimo para hablar y la discusión está encaminada”.
Por último el petrolero informó que dio marcha atrás con su salida del gremio y se mantendrá como secretario general «a pedido de los trabajadores». Eso sí, puso llamativas condiciones para su continuidad: no realizar medidas de fuerza ni ausentarse.