Los cotitulares de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, encabezaron hoy una reunión para debatir la logística de lo que la central ratificó será «una movilización masiva» el 24 de enero hacia el Congreso en rechazo del DNU y la ley ‘Bases’ del Gobierno. Participaron las conducciones de ambas vertientes de la CTA. Definieron que habrá una sola columna, que mantendrán el transporte para desconcentrar y aseguraron que será imposible aplicar el protocolo de Patricia Bullrich.
Los jefes de la CGT y otros integrantes de la conducción de Azopardo se reunieron con las conducciones de la CTA Autónoma de Hugo «Cachorro» Godoy, de la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y «segundas líneas» de muchos sindicatos. Fue para discutir los detalles organizativos, logísticos y de preparación de la huelga y la marcha de ese día.
Un sector de dirigentes no participó del cónclave, ya que a esa misma hora deliberaba en un plenario de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Daer afirmó que el paro y movilización debe generar «la visibilización de las organizaciones sindicales y de los científicos, las personalidades de la cultura, del deporte y los inquilinos», afectados por medidas del Gobierno.
«Hay un universo muy grande que se sintió afectado por estos temas que se tratan en el Congreso. La CGT pretende que el 24 haya un acto ordenado, aunque la marcha se realizará de la misma manera que la del 27 de diciembre último hacia Tribunales», dijo.
Para Daer, la movilización «será muy grande y no habrá inconvenientes», y le recomendó al Gobierno que «se quede tranquilo y no gaste plata en cifras astronómicas sobre supuestos costos en operativos, porque los trabajadores y el pueblo saben cuidarse».
Además, Daer reclamó a los diputados que den «el ejemplo y discutan y acuerden de cara a la sociedad» el proyecto de ley del Gobierno ‘Bases’, luego de denunciar «negociaciones» en presuntas reuniones entre legisladores y representantes que «no son funcionarios» en un «hotel» de Congreso.
El gremialista calificó como «una falta de respeto» a quienes participan en el plenario de comisiones de Diputados que debate el DNU y la ley ómnibus que «a dos cuadras se produzcan estas reuniones, en un hotel vecino, a espaldas de lo que es público».
«Puede ser que se negocie para conseguir votos, pero el Parlamento tiene que actuar de cara a la sociedad, sobre todo después de los adjetivos que usó el propio presidente», insistió, en alusión al presunto pedido de coimas de diputados que deslizó Javier Milei.
La CGT emitió un comunicado titulado «La Patria no se vende» en el que denunció «la realización de reuniones dotadas de cierto ‘oscurantismo’ afuera del Congreso entre algunos legisladores y estudios de abogados, como en el Hotel Savoy»; exigió que «los debates parlamentarios deben producirse siempre de cara al pueblo» y advirtió que el oficialismo procura cambiar «la fecha de análisis del DNU y la ley ‘Bases’ para un día sábado».
Según pudo saber InfoGremiales, entre las cuestiones organizativas se definió que todos los espacios que marchen ese día conformarán «una sola columna» que avanzará hasta el Congreso de la Nación por la Avenida de Mayo.
Las fuentes consultadas confirmaron la intención de que haya movilización con transporte público hasta las 19 horas permitiendo la llegada y la desconcentración y se barajó la posibilidad de liberar el pago del boleto para asistir a la protesta.
Varios dirigentes, también, especularon sobre la forma en que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidirá aplicar el ‘Protocolo Antipiquetes’ ante su «segura masividad».
El líder de los conductores de trenes de La Fraternidad, Omar Maturano, dijo a Télam que la reunión entre dirigentes y cuadros de organización fue convocada para «armar la movilización del 24 de enero».
El marítimo Juan Carlos Schmid, quien integra el consejo directivo y no estuvo porque al ser el adjunto de la CATT encabezó el plenario nacional junto con el ferroviario Sergio Sasia, dijo a esta agencia que «la marcha será contundente y muy importante» y puntualizó que «la aplicación del protocolo será imposible».
«No se trata de una bravuconada mía ni del movimiento obrero. Pretender aplicar el ‘Protocolo Antipiquetes’ desde el Ministerio de Seguridad ese día es impracticable, imposible. 500 mil o más personas no pueden marchar por la vereda. Es así de simple. Espero que la ministra Bullrich lo entienda de una vez, porque además se trata de ejercer el legítimo derecho constitucional a manifestarse», afirmó Schmid.
Para el dirigente «la CGT está trabajando bien en el Parlamento para asegurar los votos necesarios que rechacen las medidas económicas del Gobierno».
En el corazón del cónclave de Azopardo la esperanza es que el Congreso rechace el DNU. Algo menos probable es conseguir el rechazo de la totalidad de la Ley Ómnibus, aunque trabajan en ese sentido uno a uno con los legisladores.