Con el día de la militancia como telón de fondo, el secretario general de SUTCA -Christian Lopez- emitió un fuerte comunicado rechazando la reforma laboral que avanza el oficialismo con el acuerdo de la CGT.
No es casualidad que en la sede de la CGT, en las vísperas del “Día del Militante”, que condensa la lucha de miles de compañeros durante 17 años para que regrese Juan Domingo Perón al país, con encarcelados, perseguidos, exiliados y fusilados, nazca la resistencia a la pretendida reforma laboral que impulsa el gobierno nacional. Tampoco es casualidad que el acuerdo con la reforma de un sector de la CGT se haya rubricado en la Sociedad Rural Argentina.
Un modelo económico que produce una virulenta transferencia de recursos desde los trabajadores hacia los sectores más concentrados de la economía, no puede desarrollarse sin la resistencia popular. Baja de retenciones a los grandes terratenientes, a las mineras. Disminución de impuestos a los vehículos de alta gama y artículos suntuarios es una película que ya la vimos. El brutal aumento de los servicios públicos y de los productos básicos. El voraz endeudamiento externo como reaseguro de la bicicleta financiera, la devastación del mercado interno con avalancha de importaciones y cierre de fábricas, es un nefasto combo que se cierra con el regreso triunfal del FMI, que es un museo de grandes novedades. Flexibilización laboral, con el aniquilamiento de la Ley de Contrato de Trabajo, reducción salarial es el esfuerzo que siempre se les pide a los trabajadores. Como contrapartida está el aporte que hace el sector empresario y que festejan con júbilo: los que violaron la ley contratando personal en negro, serán perdonados, eufemismo que llaman blanqueo. Podrán contratar mano de obra barata, léase pasantías. Se les reducirá aportes patronales. El trabajador podrá renunciar a beneficios que estén por encima de la Ley de Contrato de Trabajo. Libertad legal para que te aprieten. Y lo más sorprendente, el trabajador aportará a un “fondo de cese de empleo”, con lo cual el mismo pagará su despido. Hasta ahora si un empleador le cambiaba la tarea a un trabajador, este podía sentirse despedido y hacer un juicio que en 20 días podía reponerlo en funciones de pleno derecho. Ahora esto se tramitará en la justicia ordinaria y no la laboral, en donde un juicio puede durar años.
A esto hay que sumarle la reducción de jubilaciones por en cambio en la forma del cálculo y la consiguiente disminución de la Asignación Universal Por Hijo y de las Asignaciones Familiares, todas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. Todo esto traerá más pobreza, más desocupación, más cierre de fábricas y mayor concentración de la economía en unas pocas manos.
El Movimiento Obrero Organizado, los Movimientos Sociales, las PYMES, intendentes, legisladores, gobernadores y la iglesia estamos convencidos que es inaceptable una propuesta que nos hace retroceder 100 años en nuestros derechos y vamos a resistir.