El secretario general de la Federación de Aceiteros Daniel Yofra habló sobre la coyuntura política, económica y sindical. Explicó por qué su gremio logró tener salarios altos y por qué no le interesa participar en política: «Yo creo que la única manera que podemos defender a los trabajadores es cumpliendo el rol del sindicalismo. Cuando uno se va a la política, deja de cumplir ese rol». También cuestionó la postura de la CGT: «Nunca van a estar de acuerdo, no les interesa estar de acuerdo. La postura debería ser un poco más dura», consideró.
En el pase que conducen en conjunto Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase en Radio con Vos, Daniel Yofra afirmó que actualmente «el salario perdió totalmente el poder adquisitivo desde diciembre a esta parte por las medidas económicas y la gente lo ve en la calle».
«Hay una realidad que muestran algunos sectores que no es un reflejo de lo que tienen los trabajadores hoy, que cobran 400 mil, 500 mil pesos, que ya lo venían haciendo antes y con la devaluación y la transferencia de recursos de los bolsillos de los trabajadores a las empresas de energía hoy la situación está mucho peor», fue su diagnóstico.
El gremio que conduce de trabajadores Aceiteros y Desmotadores cobra más del doble de ese promedio que perciben muchos trabajadores: «Nosotros hace 20 años que discutimos el salario mínimo vital y móvil que está en la constitución nacional y en la ley de contrato de trabajo, donde vos tenés que garantizar la alimentación adecuada, vivienda digna, esparcimiento, educación, salud, vestimenta, previsión, vacaciones. Cada una de esas necesidades tiene un valor, que lo da el Indec. Nosotros no inventamos nada, simplemente desempolvamos esa ley 20 años atrás, hacemos una proyección de ese valor y es lo que pedimos cada vez que vamos a negociar. Hoy un aceitero tiene un salario mínimo de 1.240.000 pesos, que es un punto de partida para todos los trabajadores, no para el aceitero o para aquella empresa que lo puede pagar».
Yofra también habló de sus orígenes. Con un tío y un padre presos por sindicalistas, su abuela le expresaba su repudio a la actividad. Sin embargo, su padre, que logró verlo convertirse en sindicalista, también lo criticaba por enarbolar su propia visión: «Mi viejo nunca me aceptó no ser parte del partido peronista. Nunca participé de los partidos políticos, nunca me interesó. Algunos me dicen que soy peronista, otros me dicen que soy de izquierda, algunos me dicen que soy de derecha, los empresarios me dicen que soy un hijo de puta y creo que tienen mucha razón», dijo entre risas.
«Yo me he quedado al margen para que el partido no me absorba, que es lo que le ha pasado a varios dirigentes buenos que los ha absorbido el partido y nosotros los necesitamos para empoderar al movimiento obrero. Es una cuestión conceptual, yo creo que la única manera que podemos defender a los trabajadores es cumpliendo el rol del sindicalismo. Cuando uno se va a la política, deja de cumplir ese rol», consideró.
Respecto a la posición en la que quedaron los votantes del actual gobierno, Yofra diferenció: «Compañeros nuestros han votado a Macri, a Milei que son de un sector que desprecia a la clase trabajadora. Sin embargo a las marchas van, adhieren a la huelga, tienen muy claro que ellos, independientemente de lo que pienso yo o ellos, tenemos que ir a pelear por nuestros derechos. Yo creo que la gran mayoría está en silencio porque se dieron cuenta que lo que nosotros veníamos diciendo era así, que este Gobierno iba a ser así. El votante de Milei es víctima de está situación».
Respecto al encuentro de la CGT con el Gobierno, aseguró: «Yo soy muy crítico con la CGT. Obviamente que hablo desde el lugar de no tener la responsabilidad de manejar la CGT pero como tengo tantos años de experiencia, sé lo que es una negociación con un empresario y este ministro de Trabajo de hecho es un empresario, es representante de los empresarios, entonces el Gobierno tiene muchos empresarios dentro de su Gobierno. Sé cómo se discute con un empresario, lo único que les preocupa es dejar de ganar plata. Entonces cuando uno va a suplicarle, a que revean una situación, cuando vos podés ponerte enfrente y decir no estamos de acuerdo con la flexibilización laboral, no estamos de acuerdo con el RIGI, con muchas cosas en donde van a perjudicar a los trabajadores. No te ponés a preguntarles si pueden cambiar algo sino que te ponés con la herramienta que te da la Constitución Nacional que es la huelga o la manifestación, que es todo lo que este Gobierno detesta y quiere reprimir».
«Yo no me imagino sentándome a la mesa con los patrones y preguntándoles si están de acuerdo o no en que me den un aumento salarial porque la gente tiene necesidad. Nunca van a estar de acuerdo, no les interesa estar de acuerdo. La postura de la CGT debería ser un poco más dura«, consideró.