La mayoría de ellos, unos 112 millones, trabajan en producción agrícola, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura. La ONU destacó que acabar con las labores de los niños en el campo es clave para erradicar «la lacra del trabajo infantil» antes del 2025 y puntualizó que ese objetivo «requerirá acciones eficaces y un fuerte liderazgo».
A través de una publicación en su sitio web, la ONU apuntó que muchas familias no tienen otra opción, por lo que proponen ayudarlas para escapar al círculo y la trampa de la pobreza.
«Terminar con la lacra del trabajo infantil para el año 2025 requerirá acciones eficaces y un fuerte liderazgo», aseguró este martes el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, QU Dongyu.
Durante el discurso inaugural del Foro de Soluciones Globales sobre el Trabajo Infantil que se celebra de forma virtual entre hoy y mañana, QU Dongyu, destacó que en todo el mundo hay 160 millones de niños que sufren este flagelo, una cifra que representa a uno de cada diez menores.
Según los últimos datos, la mayoría de ellos, unos 112 millones, trabajan en producción agrícola, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura.
Por definición, se considera trabajo infantil al que priva a los niños de su infancia, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y mental.
Es una grave violación de los derechos humanos, pero muchas familias vulnerables no cuentan con ninguna otra opción.
Aunque no toda ocupación laboral que realizan los niños se considera trabajo infantil, gran parte de él no es apropiado para su edad y puede ser peligroso o interferir en su educación, como los niños que trabajan en campos donde se han empleado plaguicidas o los que transportan cargas pesadas que atentan contra el desarrollo de su cuerpo.
Algunos de los factores clave que contribuyen al trabajo infantil en las zonas rurales son los bajos ingresos de las familias, las escasas alternativas de subsistencia y el limitado acceso a la educación, entre otros.
La eliminación del trabajo infantil para 2025 es el propósito de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Cuando solo quedan cuatro temporadas agrícolas para alcanzar esa meta, QU Dongyu destacó que es fundamental emprender acciones eficaces y «un liderazgo fuerte y coherente de las partes interesadas del sector agroalimentario de todo el mundo» para alcanzarla.
Por su parte, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia esbozó algunas soluciones, que pasan por proporcionar apoyo a los ingresos de las familias vulnerables, mejorar la atención sanitaria y la educación, y ampliar la protección social y de la infancia.
«Si queremos marcar la diferencia para acabar con el trabajo infantil, debemos centrar los esfuerzos significativos en las zonas rurales y con las familias, donde la agricultura es una importante fuente de sustento», subrayó Henrietta Fore.
La organización del Foro de Soluciones Globales corre a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en estrecha colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Asociación Internacional para la Cooperación sobre el Trabajo Infantil en la Agricultura y la Alianza 8.7.
Su objetivo es promover acciones a nivel mundial e identificar y ampliar soluciones concretas para erradicar el trabajo infantil en la agricultura.
El mensaje del papa Francisco difundido en el evento, pronunciado en su nombre por monseñor Fernando Chica Arellano, destacó que «proteger a los niños significa tomar medidas decisivas para apoyar a los pequeños agricultores, de modo que no se vean obligados a enviar a sus hijos al campo para aumentar sus ingresos, que, al ser tan bajos, no permiten a las familias agrícolas vulnerables mantener sus hogares con dignidad».
Por su parte, el director general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, dijo que el trabajo infantil no es un hecho inevitable.
«El trabajo infantil no es una vía de escape de la pobreza, en realidad la prolonga; hace que la pobreza sea intergeneracional. Tenemos que ayudar a la gente a salir de este círculo vicioso de la pobreza y eso no es una tarea fácil», concluyó.