Los trabajadores alimenticios de Santa Clara, la aceitera perteneciente al grupo Pérez Companc, propietarios de Molinos, denunciaron más de 50 despidos encubiertos, en los últimos dos meses.
Según consignan, la empresa presiona a los trabajadores para que acepten los retiros. Los empleados refirieron a “aprietes” para que acepten la salida «voluntaria».
En declaraciones que relevó el portal InfoAlimentación, remarcaron que en dos meses fueron unos cincuenta operarios los desvinculados de la empresa mediante esta modalidad.
Molinos ya había adelantado vacaciones y comunicó que el proceso de retiros se debió a la crisis financiera de la planta.
Sin embargo, hace meses se conoció que Mauricio Macri le perdonó a Molinos una deuda de 2700 millones.
Desde el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) salieron a denunciar, de hecho, el encubrimiento de la situación financiera en Molinos, que hoy se inscribe como una de las compañías con mayores despidos del sector.
Molinos tiene dos divisiones: Molinos Río de la Plata y Molinos Agro. Además de la producción de biodiesel, harina de soja y derivados, Molinos es una de las principales elaboradoras de productos de consumo masivo, junto con Arcor y Unilever.
Es la dueña de marcas como Luchetti, Matarazzo, Gallo, Terrabusi, Exquisita y Canale, entre otras muy conocidas.