«Hoy nos encontramos con una presencia ejecutiva que vino a desguazar el organismo, por voluntad del poder central», remarcó Carlos Coledrero, promotor de Salud Ambiental que se encuentra entre los cesanteados de la Dirección General de Salud Ambiental de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
Se trata concretamente de 59 empleados despedidos de esa área, comunicados por las autoridades del organismo el viernes y que se hicieron efectivos ayer, 1° de marzo. Entre ellos hay trabajadores con varios años de antigüedad en sus labores.
En declaraciones a Radio Gráfica, Coledrero señaló que la actual autoridad ejecutiva de la ACUMAR, la hasta hace unos días diputada nacional por el PRO y todavía interventora del SOMU, la polifuncional Gladys Gonzalez, tiene la intención reducir el personal de la Dirección de Salud Ambiental de 280 agentes a 140. Por lo que teme que esto sea solamente el comienzo de un vaciamiento todavía mayor.
«La situación es de absoluta precarización, le facturamos al organismo y la dirección actual no nos quiere ni siquiera los días de enfermedad», agregó el empleado despedido, que contó que Gonzalez propone, para los que quedan, contratos renovables cada tres meses.
Ayer los trabajadores reclamaron reincorporaciones y no obtuvieron respuestas, por lo que hoy volverán a presentarse a cumplir funciones y pedirán que los dejen retomar sus labores.