La denuncia estuvo a cargo del legislador Gustavo Vera, quien encabezó una conferencia de prensa en el Parlamento local junto con delegados de gremios docentes y costureros que relataron la experiencia que viven los niños en los talleres textiles, donde habitan junto con sus padres.
Además, en la sala donde se llevó a cabo la conferencia estuvieron presentes Elsa Vincová y Alejandra Bellini, las docentes desplazadas de su cargo por el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, tras la muerte de Agustín Marrero, de cinco años, tras una brutal golpiza que le dio su padrastro.
“Este trabajo muestra que en un radio de 20 cuadras hay 348 talleres clandestinos, con entre cinco y ocho chicos promedio viviendo allí, frente a lo cual la Agencia Gubernamental de Control y la subsecretaría de Trabajo porteño no hicieron nada”, aseguró Vera, quien denunció que esto ocurre “porque hay una connivencia”.
Y agregó que “el Gobierno de la Ciudad tiene que reparar la medida que tomó de desplazar a las docentes del jardín” y “aumentar el presupuesto para acompañar la tarea de los docentes, que es mucha, frente a los talleres clandestinos”.
En tanto, la costurera de La Alameda Olga Cruz Ortiz contó que “los niños cuyos padres trabajan en los talleres duermen ahí, respiran el polvillo del lugar y están mal alimentados porque ellos no reciben comida, solo los adultos, que tiene que compartirla con sus hijos”.
Fidel Daza Castellanos, también costurero, dijo que los nenes “no tiene la posibilidad de salir a jugar a un patio, sino que viven encerrados y eso es muy doloroso, por eso pedimos al Gobierno de la Ciudad que no permitan que sigan ocurriendo este tipo de cosas”.