(Por Ana Flores Sorroche) Un trabajador señaló a delegados del sindicato de sanidad ATSA encabezado por Héctor Daer, por maltrato, acoso y persecución en el Sanatorio de la Providencia. El empleado, que además es delegado general, publicó en sus redes sociales que a raíz de su denuncia aparecieron más testimonios.
Mediante una carta documento dirigida a Somed SA, razón social del Sanatorio de la Providencia, Luis Samayoa denunció a Pablo Capristo y a Marcelo Coria, ambos delegados de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA). En otra carta para poner en conocimiento oficial a Héctor Daer de estos hechos, se menciona también a Javier Pokoik como parte de la sucesión de malos tratos y hostigamiento.
El último hecho habría ocurrido en circunstancias en que Capristo y Coria junto a un grupo de gente, entre conocidos y extraños, en el sector ambulancias del nosocomio ubicado en la Ciudad de Buenos Aires insultaron y maltrataron a Samayoa.
Sin embargo, el conflicto general surgió a partir de la denuncia que realizó en abril de 2020 otra delegada de sanidad de la Providencia, Adela Ampuero, por contagios masivos producto de la negligencia de la empresa. En aquel momento, el sanatorio tuvo que cerrarse para desinfección gracias a que ella expuso al menos 40 contagios de covid-19 entre los trabajadores, sin tener certezas sobre la cantidad de pacientes infectados, por falta de elementos de bioseguridad y cumplimiento de protocolos.
A partir de aquella denuncia, tanto Adela Ampuero como Luis Samayoa relatan que sufrieron maltratos de distinto tenor por parte de la patronal y por parte de otros compañeros gremiales que derivaron en las denuncias judiciales y gremiales.
El 22 de diciembre de 2020 la ONG La Fortaleza de Eva’S, dedicada a casos de violencia de género y violencia en la niñez, denunció ante el Ministerio Público Fiscal a dos trabajadoras del Sanatorio de la Providencia por hostigamiento, discriminación y amenaza de muerte a Adela Ampuero tras exponer aquellos contagios por televisión en abril del año pasado.
En la denuncia se pueden leer los mensajes del celular de una de las acusadas en los que aprietan y hasta amenazan de muerte a Ampuero y a Luis «Lucho» Samayoa, culpándolos por lo que creían sería el cierre definitivo del sanatorio.
A raíz de esto, Samayoa, entró en contacto con la presidenta de la ONG, Eva Serrano, quien aseguró a InfoGremiales que el delegado se negaba a denunciar a sus compañeros «por lealtad» pero el maltrato escaló: «Pablo Capristo, Marcelo Coria y Javier Pokoik empezaron a hacer asambleas dentro de Providencia insultándolo de diversas formas. Les empezaron a mandar mensajes hostigándolos, con insultos de todo tipo, incluso con amenazas de muerte. Pero lo que nosotros encontramos más grave es el armado de la lista dentro del lugar de trabajo». Los delegados usaron el conflicto para armar una lista propia dentro del sanatorio.
Luis Samayoa contó a este medio que tras estar ausente por una operación de vesícula se reincorporó al trabajo y a sus tareas como delegado general se encontró con una comisión interna dividida tras el conflicto que denunció Adela: «Me dan la espalda tanto la comisión interna, las patronales como el gremio. Quise hablar con la dueña, Florencia Gancedo, quien me dijo que no me recibiría, que sólo se manejaba con el referente gremial Pablo Capristo y con Ester Alcaraz, subdelegada del establecimiento.»
«Desde ahí transité golpeando puertas y solo recibí maltrato, hostigamiento y violencia», seguió Samayoa.
El dia 9 de noviembre de 2020 los denunciados iban a ir hacer una recorrida con él por el establecimiento pero todo terminó en más hostigamiento: «Capristo y Coria entraron mientras yo estaba hablando con un compañero en la puerta. Salieron al estacionamiento de ambulancias con 15 personas entre las cuales habían jefes, gente de civil y compañeros. La gente me decía de todo y cuando quería explicar o defenderme los dos refentes me hacían callar, no me dejaban hablar. Cuando terminaron, los referentes se pusieron a repartir sus tarjetas personales a toda la gente que estaba en ese lugar. Ahora dicen que yo miento, yo le hice una carta documento a Héctor Daer para informarle lo que sucedía.», explicó.
En la misiva con fecha 21 de enero a la que pudimos acceder, se le solicita al cosecretario general de la CGT que «tome las medidas necesarias para que estas actitudes no se reiteren en lo sucesivo».
Por su parte, Eva Serrano aseguró que Somed SA «lo que hace es negar todos los hechos, lo trata de mentiroso y de vago. La empresa no debe maltratar al trabajador, debe llamar a una investigación y a un cese de maltrato». En vez de eso, el sanatorio se alineó con la postura de los delegados acusados de hostigamiento sin dudar.
Mientras tanto, Samayoa asegura que no está solo y que a raíz de su denuncia empezaron a surgir otras voces que, por el momento, callaron.