El campo, ubicado en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, producía arándanos y los 169 trabajadores oriundos del norte argentino fueron rescatados días atrás, luego de un trabajo conjunto con la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
En ese momento se montó un operativo donde se comprobó que la empresa Indexa S.A -responsable de la explotación laboral del campo- tenía a 49 trabajadores reducidos a la servidumbre y en pésimas condiciones de higiene y seguridad.
Las personas fueron rescatadas la semana pasada luego de un operativo llevado a cabo por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El procedimiento lo realizaron en forma conjunta personal del Comando de Prevención Rural (CPR) de ese distrito y de la delegación zonal del Ministerio de Trabajo de la Nación, en un establecimiento ubicado a la altura del kilometro 11 de la ruta provincial 192, en el paraje Arroyo de la Cruz.
Ese día, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires informó que se encontraron irregularidades en dos predios de cosecha de arándanos sobre la ruta 192 kilómetro 3,800 de la localidad de Exaltación de la cruz, los cuales albergaban a 104 y 65 personas, respectivamente.
Los operativos de fiscalización y control lo realizó la dirección de Higiene, Seguridad y Riesgos del trabajo de la cartera laboral, y comprobó que las anomalías eran en materia laboral, salarial y de higiene y habitabilidad.
Los 169 trabajadores, oriundos de Santiago del Estero, fueron trasladados a su lugar de origen, mientras que las labores en los predios quedaron suspendidas hasta resolver la situación con la firma propietaria.
El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, quien estuvo en el lugar, explicó que «estas formas inhumanas de trabajo terminan en accidentes fatales y es nuestra responsabilidad cuidar las vidas, no permitir este trato es también brindar seguridad».
Consideró como “ un gran trabajo que han hecho los dos ministerios de Trabajo, el de Nación y el de la Provincia de Buenos Aires, con una denuncia de la UATRE, y que rápidamente hizo que ubiquemos el lugar».
“Había trabajadores que cuando se enfermaban los subían a un micro y los mandaban de nuevo a sus casas y otros que dormían en cartones arriba del pasto, por ejemplo”, graficó.
Agregó que “éstas también son algunas de las mafias de las que hablamos, que especulan con los trabajadores, con los más humildes, que se alejan de sus familias y vienen hasta acá para trabajar dignamente, pero que terminan sufriendo y viviendo de la peor manera. Esto indigna profundamente”.