Desde junio, el gobierno porteño del PRO impone cambios que no fueron consultados. Según algunos trabajadores, se trata de programas con marcado sesgo medicalizador y reduccionista, centrados en atender la urgencia, desconociendo un modelo integral anclado en la atención primaria (como dispone la Ley 153 Básica de Salud) y el derecho de los usuarios, contrariando la modalidad de atención en salud mental de las leyes 448 porteña y 26.657 nacional.
«Sentí angustia grande y mucha vergüenza ajena cuando ayer, durante el debate, Mauricio Macri dijo estar orgulloso de la salud en los hospitales públicos de la Capital. Macri está desmantelando el área de neurología del Hospital de niños», afirmó ayer Carlos Magdalenta, miembro del Servicio de Neurología del hospital -donde funciona un centro municipal de epilepsia infanto-juvenil. Fue una referencia al debate presidencial del domingo, en el que Macri defendió la gestión porteña de su gobierno en el área de salud.
«Cuando yo dije la palabra vaciamiento hace dos años me quisieron hacer un sumario pero yo pregunto, ¿cuál es la palabra para designar un servicio al que le sacaron 122 horas de médicos, le cerraron las residencias, y no le compran equipos ni insumos?, agregó».
Trabajadores sociales, psicólogos, médicos psiquiatras, musicoterapeutas, terapistas ocupacionales, psicopedagogas y trabajadores de otras profesiones rechazaron lo que calificaron como «un avasallamiento de la Dirección General de Salud Mental y del Ministerio de Salud de Mauricio Macri».