Se trata de las formaciones de la Línea B (CAF5000) adquiridas al Metro de Madrid, que el 20 de febrero Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y Metrovías anunciaron su retiro de circulación luego de que desde España confirmara «la existencia de amianto en dos modelos de tren», un material cancerígeno prohibido en ambos países.
En la conferencia en la que anunciaron el paro de esta noche, los metrodelegados pidieron “la creación de un protocolo que indique qué deben hacer los trabajadores que manipularon estas formaciones y la realización de exámenes médicos a todos”.
Asimismo, exigieron la “creación de una comisión especializada» para que analice otra tanda de trenes comprados al Metro de Madrid, los CAF6000, «que cuando pedimos que se investiguen el gobierno de la Ciudad lo investigó en papeles pero no hizo los estudios correspondientes», explicó el líder de la AGTSyP, Roberto Pianelli.
Por su parte, Enrique Rositto, secretario de Prensa del gremio, dijo a Télam que los «CAF5000 eran vendidos como chatarra o se usaban para pruebas de explosivos en España, y fueron adquiridos por el entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri en una compra directa, algo que es ilegal, dado que por el monto en cuestión debía haberse llamado a licitación”.
“Además de estas irregularidades, por lo que esta compra está judicializada con denuncias de los legisladores Gustavo Vera y Facundo Di Filippo, también se detectó la presencia de asbesto en tres formaciones”, agregó.
Rositto dijo que “dos de los trenes CAF5000 circulaban en la línea B y uno fue destinado a repuestos, por eso también hay que revisar al menos 11 formaciones más para detectar la presencia de este mineral”.
El gremialista aseguró que luego de que la empresa española Metro de Madrid “reconociera que al menos 3 empleados contrajeron cáncer tras manipular estas formaciones con asbesto”, material prohibido en nuestro país desde 2001, “le pedimos a los trabajadores que dejen de mover o trabajar en los mismos”.
Respecto del riesgo a los pasajeros que viajaron en su momento en las formaciones, Rositto afirmó que “es mucho menor, pero no es nulo” dado que las partículas “de este mineral son pequeñas y entran en vías respiratorias enquistándose en los pulmones y los síntomas” pueden manifestarse “hasta 15 años después de la exposición”.
Por su parte, en un comunicado, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara dijo que «sabemos que para el Gobierno porteño y para Metrovías nuestra vida no vale nada. En los últimos años han muerto seis trabajadores del subte por lo que ellos llaman accidentes laborales, pero que no es más que su desprecio por la vida de trabajadores y usuarios».
«A pesar de los tarifazos y los subsidios millonarios que recibe, Metrovías no invierte en condiciones mínimas de seguridad, y el Gobierno mira para otro lado. Hace pocas semanas, el 20 de febrero, murió un trabajador tercerizado de la empresa Rowing, aplastado por una máquina”, agregó Dellecarbonara.