Este miércoles, después de que el propietario de la empresa autopartista de Córdoba, Plascar, no concurriera a una nueva audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo de la provincia, la situación de sus empleados se agravó.
En total, aún esperan respuestas los 243 trabajadores de la autopartista, que atraviesa un concurso de acreedores.
El contexto preocupó al Gobierno cordobés, ya que la firma tiene una deuda de casi setenta y cinco millones de pesos entre la AFIP y el sindicato de trabajadores plásticos, además del 75 por ciento de los salarios de la última quincena.
La ayuda oficial, prometida ayer ante la ausencia de los propietarios a la audiencia pensada para buscar soluciones, se orienta a una asistencia alimentaria y de medicamentos, al no contar con obra social.
De aquí en adelante, con la posibilidad de que exista un subsidio similar al brindado a empleados de Sancor, al menos un par de opciones son manejadas: la posibilidad de un empresario interesado en comandar la firma que fabrica piezas para fábricas automotrices, o la posibilidad de que sean reinsertados en otras empresas del rubro.