El precandidato presidencial Javier Milei presentó formalmente sus propuestas en caso de quedarse con la Rosada para los próximos cuatro años. Despidos, eliminación de las indemnizaciones, «modelo UOCRA» para todas las actividades y reforma laboral regresiva.
A poco menos de dos semanas de las elecciones primarias, el precandidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, presentó este miércoles sus principales propuestas de gobierno si llegara a ser presidente de la Nación.
El dirigente opositor por la derecha oficializó sus intenciones de reducir drásticamente el Estado, realizar «esquemas tarifarios realistas», eliminar el Banco Central, privatizar la Educación y la Salud, abrir las importaciones, semi privatizar la obra pública, cierrar o privatizar medios de información públicos, reducir la recaudación impositiva drásticamente, entre otras.
De llegar a hacerse efectivo, este achicamiento del Estado implicaría despidos masivos en el sector público
Respecto a la reforma laboral, Milei propone implementar el modelo de la UOCRA, con «un esquema de seguros de desempleo con mayor profundidad financiera».
De esta forma, propone eliminar el actual régimen de indemnizaciones contemplado en la Ley de Contrato de Trabajo para todas las actividades y reemplazarlo por un Fondo de Cese Laboral al que aportarían todas las patronales y usarían cuando necesiten despedir, lo que les costaría mucho menos.
Siguiendo el modelo Uocra, las indemnizaciones serían de entre el 50% y el 85% de la mejor remuneración del último año.
Las estadísticas oficiales del empleo registrado de la construcción no muestran una relación diferente al resto de los sectores respecto a la creación de empleo formal. De hecho, al contrario, en los años de crisis la destrucción de puestos de trabajo del sector fue mucho más rápida que la de otros sectores y, naturalmente, el rebote post-crisis también crece rápidamente.
En otras palabras, es un mercado laboral marcado por la inestabilidad y la incertidumbre propia de los empleos temporales. A esto se suma la reducción de costos para las empresas que redunda en un disciplinamiento de los trabajadores, que saben que despedirlos no les cuesta nada entonces soportan mucha más presión.
Este escenario de Milei presidente implicaría reducción de derechos, empeoramiento radical de las condiciones de trabajo e incertidumbre laboral y maridaría con la privatización de casi todo lo público, que habría que pagar, como la escuela, la atención médica o los remedios.