El ente que ahora está a cargo de Martín Ozores efectuó el cierre total de todas las delegaciones provinciales. Mientras avanza en el proceso de liquidación, despidió 300 personas y sólo se quedó con una dotación mínima de personal en la Ciudad de Buenos Aires.
El Ente Regulador de las Comunicaciones (ENACOM) dispuso a través de una Resolución publicada el mes de abril, el «cierre operativo de las Delegaciones Provinciales del Ente Nacional de Comunicaciones» en todas las provincias, quedándose únicamente con la cede en CABA.
El ente, a cargo de Martín Ozores, efectuó el cierre de 28 delegaciones de ENACOM en todo el país con el despido de la totalidad del personal que allí se desempeñaba, alrededor de 300 personas. La orden se hizo efectiva el 1 de abril y se estableció un período de 60 días para «atender y reasignar las tareas de control ejecutadas por las delegaciones provinciales».
En ese sentido, la disposición estipuló asignar «una dotación mínima de agentes» que garantice la realización de las tareas de cierre y que elaboren «un inventario patrimonial actualizado de todos los bienes asignados y radicados en cada una de las delegaciones provinciales».
Desde el ente regulador aseguraron que «entre sueldos, alquileres y gastos generales» se generaba «una erogación de 6.600 millones de pesos anuales para una demanda que no se justificaba».
El ENACOM en las provincias no sólo tenía el rol de regular a las empresas de telecomunicaciones y garantizar de que el servicio se cumpla, sino también de recibir las denuncias de los vecinos para lograr una rápida resolución. A su vez, otorgaba licencias a las radios comunitarias que prestaban un servicio a los ciudadanos en zonas donde no llegaban todas las señales.