El derrumbe de la actividad y la caída de las exportaciones a Brasil golpean de lleno en la industria automotriz y en la industria de autopartes. Ahora es la fábrica de neumáticos Pirelli la que anuncia un fuerte ajuste de puestos de trabajo, en consonancia con la retracción generalizada.
En los últimos días la firma redujo 140 empleos en su planta de Merlo, el populoso partido del Oeste del Conurbano Bonaerense. De esos trabajadores, 80 cumplían funciones bajo distinta relación con agencias de contratación, mientras que los 60 restantes eran empleados de planta que optaron por el retiro.
El plan de retiros voluntarios fue ofrecido por la empresa a los empleados que, bajo la amenaza latente de la cesantía, prefieren buscar un camino menos conflictivo y asegurarse el cobro de las indemnizaciones.
Desde la Lista Granate señalaron que «La patronal utiliza estos despidos encubiertos como herramienta extorsiva para crear un clima que condicione futuras negociaciones sobre apertura de nuevas paritarias».