«La patronal de Bunge comunicó a nuestra organización gremial su decisión de despedir, sin causa alguna, a 60 compañeros trabajadores aceiteros en el Complejo Industrial de Bunge Ramallo.», así abre el comunicado de prensa con el que el Sindicato de Aceiteros informó lo que ocurre en una de las firmas más importantes del país del sector agroexportador.
La decisión viene acompañada por la cesantía de otros 35 empleados que están encuadrados en el Sindicato de Químicos, por lo que el total de puestos de trabajo destruidos llegan casi a un centenar.
Según informaron desde el gremio, en el complejo Ramallo trabajan 160 aceiteros y otros 150 trabajadores cubiertos por otros convenios colectivos.
«También comunicaron la decisión de cerrar la planta suspendiendo al resto del personal, es decir Bunge ha decidido realizar una medida de fuerza consistente en un lock out patronal», precisó la organización liderada por Daniel Yofra.
A pesar de que desde la firma hablan de una crisis que los empuja a tomar esta determinación, Bunge no ha realizado el pedido de Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo para acreditarlo.
Estamos hablando de una de las empresas más grandes del sector agroexportador de Argentina que pasó de facturar 23.530 millones de pesos en 2014, a 46.033 en 2017.
«Demás está decir que este sector económico ha sido el que más se ha beneficiado con la política económica del Poder Ejecutivo nacional, tanto con la quita de retenciones como con la reciente y anteriores devaluaciones», sostuvieron los aceiteros.
«Hemos denunciado el accionar ilegal de Bunge en el Ministerio de Trabajo de la Nación y hemos decidido iniciar todas las medidas de acción sindical necesarias para la defensa de las fuentes de trabajo», explicaron desde el gremio.