Marineros afiliados al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Puerto Madryn, y nucleados en distintas agrupaciones, fueron despedidos de la firma Conarpesa, del empresario español Fernando Alvarez. El motivo de las cesantías es que estaban exigiendo, desde hace mas de un año, el pago del aguinaldo como establece la ley y el cumplimiento del Convenio Colectivo en el sector pesquero.
Los 20 trabajadores despedidos llevando adelante los reclamos en el marco de la conciliación obligatoria que la firma desconoció.
El pedido del cobro del Sueldo Anual Complementario y la vigencia plena del convenio colectivo tuvo numerosos capítulos, tanto al SOMU como al Ministerio de Trabajo. Inclusive por ese motivo se realizaron varios cortes de la Ruta 3 de Puerto Madryn.
Mediante un acuerdo entre los marineros autoconvocados afiliados al SOMU con la cúpula del sindicato, el gremio que dirige Omar «Caballo» Suarez había prometido que no zarparía ningún barco de la Empresa Conarpesa hasta que se firmara un acta para el pago del SAC y se reincorporen todos los despedidos.
Sin embargo, en un giro inesperado, los buques de Conarpesa salieron de puerto para iniciar la campaña de pesca, sin que se haya avanzado en ningún tipo de acercamiento de partes.
Además, los marineros de la empresa que acompañaban la medida de fuerza denunciaron aprietes para levantar el paro de parte de la empresa y también del SOMU.
La respuesta que recibieron los afiliados fue que desde Buenos Aires «Caballo» Suarez había dado la orden de que dejar zarpar los barcos y detener los reclamos.
Algunos indican que la cercanía de Conarpesa con el Gobierno Nacional lo llevó a «Caballo» a tratar de hacer «buena letra». Sucede que por su compleja situación judicial Suarez quiere estrechar los vínculos, aunque todos los indicios muestran que hace tiempo le soltaron la mano.