Farmabase, firma líder de productos veterinarios brasilera, adquirió su planta local en el parque industria de la localidad de Pilar el pasado mes de marzo. En su desembarco, al formalizaron la compra de Cevasa, en una reunión con los delegados y representantes del gremio, prometió que iba a mantener el personal y las condiciones de trabajo.
Sin embargo, tres meses más tarde nada de eso se cumplió. La anunciada expansión de Farmabase quedó en la nada y puertas adentro se vive una realidad de ajuste y presiones para cumplir parámetros de productividad infranqueables por la falta de personal.
La comisión interna de la empresa denuncia que se efectuaron 13 cesantías, en dos tandas, de un total de 87 trabajadores que componían la plantilla laboral al momento de la adquisición.
Además los trabajadores sostienen que hay un constante y continuo hostigamiento de la línea gerencial hacia los operarios. Piden aumentar los ritmos de producción, no permiten cortes si quiera para ir al baño y hacen cambios de sectores.
Con el proceso de despidos lo que está haciendo Farmabase, en concreto, es dejar en la calle a trabajadores de muchos años de antigüedad con categorías altas y contratar personal nuevo, sin antigüedad, y encuadrado en los sectores más bajos del escalafón de la actividad.