La política de ajuste ya se extiende por todo el mercado laboral argentino y el sector comercio no es la excepción. En un contexto marcado por la ola de despidos masivos en el Estado y la reducción de personal en el sector privado, la multinacional de origen chileno Cencosud (propietaria de Disco, Jumbo, Easy, Blaisten y PLaza Vea, entre otros) lanzó una fuerte avanzada para flexibilizar a sus trabajadores.
El plan ya incluyó el cierre de dos sucursales porteñas de Disco en los últimos meses (Disco 17 y Disco 121) y la reubicación a lugares lejanos del conurbano bonaerense a sus empleados. Sucede que la idea de la firma es que los trabajadores, mayormente con muchos años de antigüedad en los establecimiento, acepten una salida forzada por las condiciones en que les ofertan la continuidad, y con ello reducir costos.
Antonio Armua, candidato a delegado en la sucursal 35 de Disco, le contó a InfoGremiales que el plan del holding chileno es reabrir esas bocas en la modalidad Jumbo Express, con menos personal y contratado a través de agencias, lo que flexibiliza las condiciones de trabajo.
De hecho el lunes, al llegar a trabajar, los empleados de la sucursal de Cabildo y Virrey del Pino (Disco 17) encontraron el local cerrado. Con la misma modalidad que en el caso anterior, la firma bajó la persiana sin avisarle a los empleados y les ofreció reubicarlos en sucursales a muchos kilómetros de distancia, tendiendo alternativas mucho más próximas. La mayoría de los 87 empleados que atraviesan esa situación tienen entre 15 y 20 años en la empresa.
Pero no sólo se trata de achicar el personal, sino también de limitar la práctica sindical para que el plan no tenga resistencia. Armúa relató las constantes persecuciones que sufre de parte de la empresa que se profundizaron cuando comunicó, mediante carta documento, su intención de ser delegado gremial. Primero trataron de prohibirle la actividad sindical, más tarde intentaron prohibirle la postulación, luego le aplicaron una suspensión y sufre constantes descuentos en su sueldo.
El trabajador, para sortear los obstáculos de la firma, se comunicó con el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), más específicamente con la secretaría Gremial que es el área sobre la que recaen estas situaciones. Pero sorprendentemente no consiguió respuestas.
La sospecha subyacente, no sólo en este caso, apunta de lleno a Oscar Tedesco. Es que el secretario Gremial del SEC mantiene una notable inacción ante la persecución a la actividad sindical, que incluso potencia evitando sistemáticamente la elección de delegados en los establecimientos para que no le surjan dirigentes opositores.
Además las suspicacias se concentran en la extraña relación que existe entre el silencio oficial del gremio en medio un clima de despidos que se acelera en la actividad y que tiene su cara más visible en los supermercados, pero que va mucho más allá.