En apenas 15 días se resolverá una de las elecciones mas calientes que tiene el sindicalismo argentino este año. La Unión de Empleados Judiciales (UEJN) tendrá por primera vez en la última década elecciones internas con dos listas en la que el oficialismo conducido por el mediático Julio Piumato se medirá con un Frente constituido por un acuerdo plural de representaciones de base de los distintos fueros judiciales dónde conviven actores de diversas procedencias -incluso un inusual número de primerizos en estas lides- que encuentran en el cansancio frente a la conducción de Piumato y el deterioro de las condiciones de los empleados judiciales el punto de reunión para encarar la difícil tarea que implica enfrentar a cualquier oficialismo en un sindicato autóctono.
«Son 28 años de Piumato y los judiciales ya nos cansamos que esté mas pendiente de su participación en Intratables que de los problemas de los trabajadores», contestan al unísono varios miembros de la opositora lista Violeta cuando se le pregunta el porqué de este armado. «Lo grave no es que vaya a la tele, lo grave es que va a los programas de panelistas a hablar de cualquier cosa menos de los graves problemas que tenemos los judiciales». Remarca Facundo Sosa, quien encabeza el armado opositor y actualmente se desempeña en el Juzgado Criminal y Correccional Nro. 13 que está en el Palacio de Tribunales.
«Ha sido tan perjudicial para el sindicato la conducción de Piumato que en sus 28 años al frente de la UEJN ha perdido afiliación al punto tal que hoy apenas 1 de cada 4 trabajadores son afiliados al gremio y hace por lo menos mas de diez años que venimos perdiendo constantemente trabajadores que se desafilian por la disconformidad con Piumato que ha hecho del gremio una base de recursos y de relaciones para sus proyectos políticos personales», recuerda Cristian Carro, que está en la justicia laboral desde hace mas de 30 años y actualmente es audiencista en el Juzgado Laboral Nro. 10
El abandono del sindicato ante los constantes problemas edilicios que ponen en riesgo trabajadores y la prestación del propio servicio de justicia también pesan en la definición de ir contra el veterano dirigente. «Todos los días los compañeros se quejan de un caño roto que inunda salas, de espacios de trabajo saturados, de ausencia de cosas elementales como el funcionamiento de baños…sin ir mas lejos hace poco se cayó el techo en le Juzgado Civil 11 y no lastimó a nadie de casualidad», afirma Martín Navarro, también candidato y prosecretario del Juzgado Civil Nro 9 que ingresó como «pinche» a Tribunales en el año 1991.
El cóctel explosivo termina con una poco clara postura de Piumato ante el pretendido traslado de la Justicia Nacional a la Ciudad de Buenos Aires, lo que en la práctica implica llevar a todos los trabajadores judiciales a una escala salarial que hoy está un 20% por abajo de su nivel actual.
Sin embargo, nada está dicho aún y forma parte del cuestionable folclore sindical que es casi imposible que un oficialismo que domina todos los recursos de una elección (recursos económicos, la junta electoral, las relaciones construidas desde el propio poder, etc) pierda una elección. «Es cierto» dicen desde la lista violeta cuándo se les recuerda ésto. «Cómo también es cierto que los votos pertenecen a los afiliados y ellos pueden cambiar la historia, pese a todo».