La empresa Metrovías informó ayer mediante un comunicado que debido a “los grandes daños intencionales que se registraron en el marco de la medida de fuerza gremial”, se podría retrasar el inicio del servicio en las seis líneas de subte.
La empresa concesionaria afirmó que “esta mañana (por ayer) no fue posible dar inicio al servicio debido a las medidas de fuerza e incidentes intencionales que impidieron la implementación de un diagrama de emergencia, ya que no se pudieron garantizar las condiciones operativas ni de seguridad para los empleados y pasajeros”.
Sin embargo, el foco de destrozos que sufrió Metrovías contó con su complicidad. En la noche del miércoles, previo al paro general del sindicalismo opositor, la empresa dejó ingresar a integrantes de la UTA a los distintos sectores para que “garanticen” que se cumpla con la medida de fuerza.
Los Metrodelegados le contaron a Info Gremiales que la actitud de Metrovías permitió que la denominada «patota de la UTA” pudiera hacerse de los espacios, tirar objetos a las vías y producir los daños necesarios para que el jueves 10 de abril no pudieran salir las formaciones de ninguna línea de subterráneos.
Según el comunicado de los concesionarios, la empresa “gestionó las denuncias pertinentes ante las autoridades por los daños a las instalaciones que se registraron durante la noche del miércoles y en la jornada de ayer”.
Pero los Metrodelegados contaron que la patota de la UTA, al bajar a los talleres y las cabeceras de las terminales, contaba con ropa de trabajo de Metrovías nueva, por lo que sospechan que les fue acercada por el círculo dirigencial.
Los miembros de la UTA, con la zona liberada por la empresa y la policía Metropolitana, se adueñaron del subte y lo detuvieron para sumarlo a la fuerza a la huelga general de ayer.
Cabe mencionar que los Metrodelegados habían decidido en asambleas no sumarse al paro lanzado por Moyano y la UTA, con representación minoritaria y sin previa consulta, optó por clausurar el servicio.
