En medio de un clima electoral bien picante, una noticia estalló ayer en el edificio que posee el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) en la calle Moreno al 600. Desde temprano comenzó a circular el rumor, que más tarde se confirmó, de que el juez Federal Marcelo Martínez de Giorgi le daría nuevo impulso a la causa que investiga a Armando Cavalieri por la falsificación de documentos.
Para avanzar en la pesquisa sobre los miles de muertos en el padrón, para determinar la magnitud del robo de datos de la Anses y para ratificar los contactos con la barra brava de Boca Juniors, el juzgado federal Número 5 requirió toda la documentación necesaria al gremio, al Ministerio de Trabajo, a la Superintendencia de Servicios de Salud, al director de Seguridad porteño y al juzgado nacional del Trabajo N° 76.
Concretamente, Martínez de Giorgi pidió la totalidad de la documentación relativa a la asamblea que consagrara la Junta Electoral y que fuera suspendida por un fallo judicial; los informes de los veedores del Ministerio de Trabajo; la nómina de afiliados al sindicato y a la Obra Social; e individualizar a personas que se encuentren relacionadas con la denominada barra brava del Club Boca Juniors que habrían oficiado de seguridad en la asamblea.
Pero lo que terminó de disparar las pulsaciones, fue la confirmación de que el análisis preliminar de los padrones, por parte del juzgado, había detectado otra tanda de más de 5 mil afiliados truchos.
Luego de haber comprobado la existencia de casi 6 mil muertos que figuraban como activos, ahora la justicia reconoció jubilados de otras actividades que aparecen como trabajadores pasivos mercantiles. Esa era la conexión que el magistrado buscaba en la Anses y por la que se está investigando a la gestión de Cavalieri.
Los más de 11 mil afiliados truchos terminaban de componer un padrón electoral viciado, que ahora deberá ser pulido de cara a los comicios del próximo 28 de septiembre, en los que Cavalieri enfrentará a Ramón Muerza.
Esas elecciones se llevan todas las miradas del mundo sindical y también del Gobierno, que ya empezó a elegir candidato en la compulsa. Se trata del futuro de un gremio clave, capaz de marcar el pulso salarial y laboral del país.