El procedimiento, realizado por el Ministerio de Trabajo y el Sindicato Argentino de Trabajadores Hortícolas y Agrarios (SATHA) en 24 quintas, detectó 95 casos de situación laboral irregular y uno de explotación infantil, se informó oficialmente.
El inspector Diego Monges informó que entre los 95 productores había tres adolescentes que trabajaban en los cultivos, así como un menor de edad.
Explicó además que se abrió una investigación por un caso de explotación laboral infantil, una causa penal que prevé una pena de hasta cuatro años.
La mayoría de los trabajadores en situación informal vivía en casillas de madera y plástico, sin gas ni servicio de agua potable ni cloacas.
«Hemos detectado exclusivamente trabajo informal, casi esclavo y en condiciones que directamente son infrahumanas», afirmó el secretario general del sindicato hortícola, Gustavo Arreseygor.
De acuerdo a las estimaciones del sindicato, hasta un 80% de la producción en la zona, principalmente de lechuga y morrón, se hace en condiciones irregulares.