Ayer en el subte hubo doble paro y por motivos distintos. En ambos casos, se alcanzó una especie de acuerdo. A raíz de un reclamo gremial de los trabajadores de vigilancia, la línea B empezó el lunes parada.
El servicio de la línea que circula entre las terminales de Juan Manuel de Rosas y Leandro N, Alem fue interrumpida por un conflicto entre trabajadores tercerizados de vigilancia que reclaman estabilidad laboral y la empresa de seguridad MCM/Briefing, que los contrata para que se desempeñen en diversas áreas del gobierno porteño.
Los trabajadores tercerizados de la firma de seguridad reclamaban el pago de una deuda salarial, la reincorporación a los puestos de trabajo y denunciaban que en el mes de septiembre cobraron una suma inferior a lo que correspondía.
Al respecto, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara afirmó que los vigiladores “trabajan en el ámbito del subte y en el ámbito del gobierno de la Ciudad, si hoy no hay servicio no es responsabilidad de los trabajadores sino de aquellos que tienen que dar respuestas”. En este sentido, ratificó que “ningún trabajador se levanta temprano pensando en cortar el subte, una vía o una ruta. Lo hace cuando está desesperado”.
Horas más tarde, los vigiladores del subte se reunieron con representantes de la empresa de seguridad y un directivo de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) y llegaron a un acuerdo para levantar la medida gremial.
Sin embargo, pasadas las 16 de la tarde, la línea D fue interrumpida por una medida de fuerza tomada por los trabajadores, tras una agresión de un pasajero a una mujer guarda. Las formaciones retomaron la circulación a las 17.35
La medida de fuerza «de carácter sorpresivo» y el pasajero agresor «fue detenido por la Policía Metropolitana a la altura de la avenida Diagonal Norte», según informaron fuentes de Metrovías.