La muerte es un instante de balance; para muchos creyentes, es el momento del juicio sobre la conducta en su paso por este mundo y según ella el ticket de entrada para mejores o peores ubicaciones para contemplar la eternidad.
En el caso de las figuras políticas, el momento de su partida permite entender en una brutal y dolorosa síntesis que intereses defendió el difunto en vida. A que corazones interpeló, dónde su ausencia se hará mas notable.
Sin juicio de valor alguno, sólo con la transcripción lineal de los numerosos avisos obituarios que generó la muerte de Gerónimo «Momo» Venegas podemos hacer una lectura sobre el peso de la figura del dirigente sindical y quienes lamentarán su ausencia.
Así encontramos que varios ministros del gobierno de Cambiemos (Frigerio, Triaca, el propio Marcos Peña, entre otros), numerosas empresas y sus directivos (Carmen Chiaravalotti de RedFarm SA, Felipe Noble Herrera, de Clarín, Cargill, etc) asociaciones del sector del campo -Cámara Argentina del Feedlot, la Bolsa de Cerales, la Cámara del Tabaco de Jujuy, Asociación Tucumana del Citrus- figuran en la larguísima lista de anuncios publicados en la tradicional sección del diario La Nación del día 28/06/17.
Finalmente, destacamos la sentida despedida que le brindan a Venegas las Cámaras Patronales del Sector agrícola ganadero y sus actuales y viejos directivos -CONINAGRO, La CRA y la Sociedad Rural, que incluso publicó un aviso específico para rendir su homenaje firmado por todos sus ex presidentes (Horacio Gutierrez, Eduardo Zavalía, Luciano Miguens y Hugo Biolcati).
Poco para agregar, mucho para reflexionar. Se fue el Momo, se fue uno de ellos.