(Por Ana Flores Sorroche) Feministas y sindicalistas de todas las centrales obreras debatieron el proyecto de ley sobre la creación de un sistema de cuidados integral que presentó el Poder Ejecutivo. InfoGremiales dialogó con algunas protagonistas. Hay críticas, propuestas, distintos puntos de vista y, sobre todo, preguntas. Calientan motores para llevar la discusión al Congreso y no permitir que la crisis se lleve puesta la posibilidad de avanzar en derechos.
En el marco del proyecto Feminismo Sindical que impulsa la Fundación Rosa Luxemburgo, dirigentes, delegadas y referentes de más de 20 gremios de las diferentes centrales sindicales se dieron cita para debatir el proyecto de ley presentado por la Casa Rosada sobre la gestión de los cuidados.
Con la firma de la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta, el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social Claudio Moroni, el jefe de Gabinete Juan Manzur y el presidente de la Nación Alberto Fernández, un proyecto de ley que se divulgó como “Cuidar en Igualdad” ya se trata en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
La idea radica en impulsar la creación del Sistema Integral de Políticas de Cuidados de Argentina (SINCA) “para jerarquizar y articular las políticas de cuidado en pos de una organización social de los cuidados más justa, que los reconozca como una necesidad, un derecho y un trabajo, y redistribuya la responsabilidad de cuidar entre todas las identidades de género y todos los actores de la sociedad.”, según describen en el texto presentado.
En tanto se basa en luchas que interpelan desde el feminismo popular como el reconocimiento y la distribución de cuidados, y que apunta a modificar legislación laboral vigente, materia del sindicalismo, las mujeres sindicalistas tienen mucho que decir al respecto.
InfoGremiales se comunicó con Jimena Frankel, investigadora del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma: “En 2021 la Fundación Rosa Luxemburgo quería tener un rastrillaje de qué es lo que estaba pasando dentro del mundo sindical respecto a las disputas en materia de feminismo y nos contactan a tres compañeras del Observatorio, Julia Campos, Mariana Campos y a mí para hacer un proyecto de investigación.»
«Ahí observamos los obstáculos y estrategias que tienen las sindicalistas para garantizar y fomentar la participación de las trabajadoras, tanto en las bases como su incidencia en las cúpulas. Los principales obstáculos resultaron ser relativos a la violencia laboral, a las dificultades para ingresar en actividades masculinizadas y todo lo vinculado a la llamada “doble jornada”. Ahí aparecieron los cuidados.»
Tras un primer encuentro en diciembre que tuvo lugar en Capital donde asistieron alrededor de 30 dirigentes. Hubo un segundo encuentro en febrero que lo articuló la fundación con el sindicato de Aceiteros y ATE Rosario. Ahí ya participaron unas 150 sindicalistas. En el medio se dio la publicación del proyecto de ley del gobierno y surgió la idea de hacer una mesa de trabajo.
La semana pasada, el jueves 14 de julio unas 50 sindicalistas de la ciudad y de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Salta, Misiones, San Juan y Entre Ríos se acercaron nuevamente a la fundación. Esta vez para debatir el proyecto 008-PE-2022 elaborado desde el Poder Ejecutivo.
La propia Jimena Frankel, que además es Licenciada en Relaciones del Trabajo, encabezó el encuentro como investigadora referente del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, junto a Mercedes D’ Alessandro, Dra. en Economía, y Gisela Dohm, integrante de Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y Mg. en Derechos Humanos.
“Más allá de este proyecto de ley, encontramos que había unos principios si se quiere del sindicalismo feminista sobre cuál es el sistema de cuidados que queremos. Ahora, sobre el contenido puntual de la ley hay distintos posicionamientos y, sobre todo, muchas preguntas.”
En ese sentido, desde InfoGremiales contactamos a algunas de las asistentes al evento y referentes del sindicalismo feminista para conocer su postura al respecto.
Claudia Lazzaro, dirigente del Sindicato de Obreros Curtidores y Directora de Equidad Laboral, Formación Laboral y (precisamente) Políticas de Cuidado en el Ministerio de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires, estuvo presente en el encuentro.
“Lo interesante es articular entre quienes hacen la academia con quienes somos parte de los sindicatos y de los territorios. La experiencia es positiva, se pudo lograr un espacio de ida y vuelta con quienes construimos saber popular, pensamiento crítico, contenido porque estamos en la diaria.”
Lazzaro comentó algunos de los puntos que se lograron sintetizar en el documento del encuentro. Las feministas sindicalistas concluyeron que el cuidado se tiene que desnaturalizar, desmaternizar, desfeminizar, sacarlo de la heteronorma, desbiologizar que sintetizaron desde la fundación en un documento disponible para descargar.
“Hay que empezar a pensar en los cuidados como algo más comunitario, sacarlos del seno de la familia. No porque las familias no queramos cuidar, sino porque hay que involucrar a la comunidad.”, argumentó Lazzaro.
Respecto al proyecto de ley presentado en el Congreso aseguró que no es de licencias igualitarias, porque “para eso faltaría un montón”. Marcó también que desde el sindicalismo “vemos peligroso que se mencione al “mercado del trabajo”, creemos que hay que profundizar en torno a los derechos”. Pero su mirada final es positiva: “Tenemos que aprovechar que está en agenda el cuidado, aprovechar la oportunidad. Vamos a esperar a poder dar nuestras voces en el Congreso”.
Mara Rivera, que hoy forma parte del Consejo Directivo de la CGT y es referente de mujeres sindicalistas a nivel internacional, también compartió con InfoGremiales su mirada sobre el proyecto de ley «Cuidar en Igualdad».
Con una perspectiva cercana a la de Claudia Lazzaro, con quien han formado parte junto a otras compañeras del tercer cuadernillo de Mujeres Sindicalistas, resaltó la importancia de «los cuatro universos» que pudieron distinguir en su armado: el de las trabajadoras de casas particulares, que tercerizan el cuidado de sus cercanos mientras trabajan de cuidar a otras personas, el de las trabajadoras en general, el de las llamadas «amas de casa» que trabajan en sus propias casas y el de las que trabajan en el ámbito comunitario.
«Hay que hacer énfasis en que es trabajo y es amor. Es lo que venimos diciendo en todos los ámbitos a nivel mundial. Es trabajo y debe ser un servicio público, con la garantía del Estado. Si se piensa como un «mercado laboral» se puede llegar a pensar en una privatización. Ante todo hay que poner al esquema de cuidados como derecho humano y en tanto tal, como servicio público.»
A favor, Mara Rivera marcó que se hace énfasis en la formación, el apoyo técnico y la infraestructura, y también consideró de interés el presupuesto que brinda el proyecto.
Como último testimonio, InfoGremiales dialogó con Clarisa Gambera, que es Directora del Departamento de Género y Diversidad en ATE Nacional y Secretaria de Géneros en la CTA Autónoma Capital, y que también estuvo presente en el debate de la Fundación Rosa Luxemburgo.
Gambera celebró el ingreso del proyecto al Congreso por tratarse del reconocimiento de una demanda histórica de los feminismos, «el reconocimiento del trabajo reproductivo».
«Se debe reconocer como trabajo genuino y se deben fortalecer las experiencias comunitarias que se desarrollaron por ausencia del Estado, que se elaboren estrategias dentro de los convenios colectivos de trabajo para redistribuir este tiempo», afirmó y reclamó por la ampliación de licencias, de infraestructura, de formalización del trabajo que luego requerirá encuadramientos sindicales.
«Por ahora no aparece recurso concreto para reconocer el trabajo que ya hacen nuestras compañeras y es urgente que se reconozca.», señaló.
En línea con el reclamo por el Salario Básico Universal por el que viene presionando la CTA Autónoma de la que forma parte, Gambera argumentó que «Haría falta que se garantice un ingreso para quienes trabajan en la informalidad y necesitan retirarse del trabajo para cuidar por un tiempo. El Salario Básico Universal no resuelve pero ilumina ese aspecto porque trabajadoras somos todas, más allá del empleo formal.»
«Las mujeres sindicalistas entendimos que el cuidado es el vector de desigualdad para las mujeres. Necesitamos incorporar como eje para pensar la pobreza de tiempo» y agregó que «Son formas indirectas de salario. Perdemos horas extra, capacidad para ascender.»
Sobre la minimización constante desde todos los ámbitos de la importancia de las demandas relativas a los cuidados Gambera aclaró: «Se dice que ahora no es el momento de abordar estos temas porque hay crisis pero tenemos que insistir porque la agenda del cuidado explica crisis de un sector muy grande de la población. Explica la precariedad, la desigualdad, la mayor pobreza, la feminización del trabajo invisible. La pandemia puso en evidencia que no hay vida posible sin agenda de cuidados en el centro de la escena.»
«Y también es una forma de dinamizar la economía. No es inventar trabajo, es reconocer lo que ya estamos haciendo.», puntualizó.
Para más claridad, Clarisa Gambera, también referente de ATE, lo llevó al ámbito que la convoca en tanto sindicalista, las negociaciones paritarias: «Las patronales no quieren pagar el cuidado, las licencias. Ahí hay un problema de puja distributiva. Organizar una agenda de cuidado desde las centrales sindicales es una agenda también por la redistribución de la riqueza.» y concluyó «Hay que llevarlo a los ámbitos paritarios.»