El aumento de los aportes de los monotributistas oficializado el lunes por el Gobierno significará un ingreso adicional de 2.000 millones de pesos anuales para las obras sociales administradas por los gremios, que desde hace tiempo presionan al Ejecutivo por una mayor distribución de fondos a sus prestadoras de salud.
La medida, que eleva de los actuales 233 pesos a 323 pesos el componente del Monotributo destinado al financiamiento de las prestaciones que brindan las obras sociales, fue anunciada después de un un importante grupo de organizaciones sindicales cercanas a la Casa Rosada, y encabezadas por la UOM de Antonio Caló, aceptó cerrar sus convenios salariales en línea con el 27 por ciento.
El aumento del componente para las prestadoras de salud de los gremios afectará en forma directa a alrededor de 1,5 millones de monotributistas puros y a los miembros de su grupo familiar, lo que incrementará en unos 170 millones de pesos los ingresos de las obras sociales.
El gesto fue bien recibido por los jerarcas sindicales que hace tiempo esperaban una decisión que fuera en esa línea, ya que suelen argumentar que se está desfinanciando el sistema de salud.