La presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, mantuvo este viernes un fuerte
cruce con uno de los impulsores del paro, el secretario general de la APLA, Pablo Biró, a quien le manifestó que «no era momento para entrar en un conflicto», mientras que el sindicalista responsabilizó al Gobierno y afirmó que hace un año «no hay recomposición salarial de los aeronáuticos».
Costantini, criticó con dureza el paro de pilotos en esa compañía y Austral, al definir a la medida de fuerza como una «locura» y lamentó las demoras que sufrieron los pasajeros: «Están llevando a la organización a una situación donde perdemos totalmente lo que hemos estado construyendo en términos de credibilidad y confianza de la población en estos primeros nueve meses de gestión».
La presidenta de la compañía destacó, en cambio, el compromiso del resto de los gremios aeronáuticos que «no adhirieron a esta locura» y responsabilizó por los inconvenientes a Biró y a su colega de UALA, Alejandro Botana.
«La gran mayoría de los empleados de Aerolíneas está en contra de la posición de Pablo Biró, de APLA, y de Alejandro Botana, de UALA, dos líderes que no sé cuánto representan de la organización. Lo lamento por los pasajeros que tenían vuelos programados», advirtió Costantini.
Por su parte, Biró respondió que el Gobierno no prestó atención a sus reclamos por apertura de paritarias: «Nos empujaron a patadas a esta huelga innecesaria, son tan víctimas los usuarios como los trabajadores que dependemos de esta política aerocomercial», se quejó el sindicalista.
Al respecto, remarcó que «el paro estaba decidido hace 30 días y no se aplicó por la vigencia de una conciliación obligatoria», y planteó que «desde septiembre (del año pasado) que no hay recomposición salarial de los aeronáuticos».
«Todos los trabajadores cerraron sus paritarias y están pidiendo reabrirlas, nosotros no tuvimos paritarias y estamos pidiendo recién abrirlas», añadió en declaraciones a Radio Belgrano.
El cruce se produjo luego de la primera medida de fuerza de los pilotos a la gestión de Costantini, que hasta el momento había transcurrido con tranquilidad y buscando consenso. Algo que, evidentemente, se quebró en los últimos días y deja a la línea aérea de bandera ante un panorama de conflicto.