Los cruces mediáticos por la medida de fuerza de hoy subieron la temperatura en la jornada de ayer. El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo que los gremios que adhieren al paro de mañana, involucran «solo a entre el 10 y el 15%» del total de trabajadores que pagan el impuesto a las Ganancias.
«Es una porción chiquita de los trabajadores», enfatizó el ministro, quien a la vez señaló que la «discusión» sobre este impuesto «afecta solo al decil superior de los trabajadores», sentenció el ministro.
En una conferencia de prensa que brindó en la Casa Rosada junto al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, Kicillof puntualizó, además, que «los trabajadores afiliados a la Unión Tranviarios Automotor afectados por Ganancias son alrededor del 10%».
La respuesta de Roberto Fernández no se hizo esperar. Momentos después aseguró que el Gobierno «presiona» a las empresas del transporte para que aseguren servicios mínimos durante el paro, lo que genera malestar en el sindicalismo y «puede traer más problemas».
«Hay reuniones con el sector empresario manifestando que no le van a dar gasoil y subsidios», sostuvo el gremialista y uno de los impulsores de la huelga.
En declaraciones a radiales, el jefe de los colectiveros remarcó que «las presiones son malas porque traen más problemas» y vaticinó que esa estrategia oficial «no va a destrabar nada» del paro lanzado contra el impuesto a las Ganancias.
«Lo que les va a decir (el Gobierno a los empresarios) es que si no trabajan, no le van a pagar el subsidio. Y está bien, pero los coches los sacan los conductores, no los empresarios. Nos hubiese llamado a nosotros también, eso es buscar soluciones, no aprietes», dijo.
Fernández solicitó que la Casa Rosada «se detenga y escuche» los reclamos del sector obrero y aclaró que «el paro no beneficia a nadie, ni a los empresarios, ni a los trabajadores, ni al Gobierno. Si ellos tienen el poder del diálogo, ¿por qué no nos sentamos a negociar?».