«No pueden perder su trabajo por la intervención mafiosa de un sindicato», dijo la gobernadora María Eugenia Vidal en su último paso por Bahía Blanca, en lo que fue un blanqueo de su embate contra la seccional local de la Uocra.
La mandataria, en esa oportunidad, habló también de las decisiones tomadas por el secretario general de la UOCRA, Humberto Monteros, y dijo que «obliga a los contratistas a contratar proveedores de comida, transporte y equipamiento. Eso es un acto corrupto», por lo que «la justicia va a tener que intervenir».
Y agregó que «un sindicato no puede pedir a una empresa que contrate determinados proveedores, claramente no se está pensando en los trabajadores sino en un negocio propio».
Atentos al clima de época, y tras las denuncias sobre actos de aprietes y corrupción del oficialismo, los integrantes de la comisión ejecutiva del gremio de la construcción de Bahía Blanca renunciaron ayer a sus cargos.
Según un comunicado, la decisión se tomó para «salvaguardar el buen nombre y honor de la UOCRA y hasta tanto se esclarezca judicialmente la absoluta inocencia de todos los involucrados de los delitos que se nos imputa».
Además, aclararon que volverán a su militancia gremial «una vez superada esta injusta coyuntura».