Tras una espera de dos meses y a más de 4 meses de la última medida de fuerza, el sindicalismo opositor, que lideran Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, acordó ayer retomar su ofensiva contra la administración kirchnerista y convocó para el jueves 28 a un paro nacional por 24 horas, en reclamo por la rebaja de la carga de Ganancias sobre los salarios, medidas para controlar la inflación, reactivar la economía y garantizar el empleo, entre otras demandas.
La fecha de la medida de fuerza fue consensuada durante un almuerzo que Moyano y Barrionuevo mantuvieron en privado con referentes de poderosos gremios del transporte y otros dirigentes sindicales.
La fecha y la decisión será ratificada hoy durante un plenario conjunto de la CGT Azopardo y la CGT Azul y Blanca, que encabeza el gastronómico y se anunciará formalmente, aunque ya es un hecho.
La huelga de la próxima semana tendrá el formato de un paro tradicional, similar al que el sector concretó el pasado 10 de abril, sin piquetes, cortes de ruta ni manifestaciones, aunque el sindicalismo opositor ya resolvió profundizar su reclamos con un plan de lucha integral que desembocará en otra huelga de 48 horas durante la segunda quincena de septiembre si no obtienen respuestas del Gobierno.
Al poderío de las estructuras sindicales de Moyano y Barrionuevo se le sumarán el 28 de agosto la fuerza de La Fraternidad de Omar Maturano, y la UTA de Roberto Fernández, que militan en la CGT oficialista que conduce el metalúrgico Antonio Caló.
Con eje en el transporte y la garantía de la paralización total del transporte público de pasajeros los jerarcas sindicales recibireron también la adhesión de la CTA de Pablo Micheli quien propone a su central sumar 12 horas más a la medida de fuerza lanzada por los cegetistas.
Por su parte el líder de Dragado y Balizamiento y pieza clave del armado moyanista, Juan Carlos Schmid, sigue con las tratativas para que el gremio bancario, que desde hace tiempo lleva adelante su propio plan de lucha en reclamo por la baja de Ganancias, se pliegue a la medida de fuerza.
Los bancarios ya tenían planificado reunirse este lunes para definir que harán y algunos especulan con que es muy probablemente que puedan paralizar también sus actividades el jueves 28, aunque en lo formal no se sumarán a Moyano y Barrionuevo.
Si bien los convocantes anunciaron que no habrá movilizaciones ni piquetes, ellos cuentan con que los sectores de izquierda, que ya anunciaron su adhesión al paro, harán los suyo.
Desde la Coordinadora Sindical Clasista que nuclea al gremialismo clasista vinculado al Partido Obrero anunciaron que el 28 saldrán a cortar los principales caminos y las vías de acceso a la Capital Federal y otras ciudades importantes del país.
De esta manera el 28 de agosto se concretará el tercer paro general a la administración kirchnerista y el sindicalismo opositor promete protagonizar los últimos meses del año con una dura ofensiva contra el gobierno nacional.