Luego de dos semanas de mucha tensión, el Gobierno logró que se apruebe en el Congreso la reforma previsional, cuya principal crítica de sus opositores es el cambio en la forma en que se calculan los aumentos.
El Ejecutivo «se ahorrará» más de $ 100.000 millones con ese ajuste, pero en términos políticos el costo fue alto para su imagen ante la sociedad.
Según el Tracking de Humor Social y Político, que D’Alessio IROL efectúa en forma continua junto a Berensztein, el 85% de los argentinos cree que la reforma «es mala».
Sin embargo, ese porcentaje se compone por un 55% que considera que era «innecesaria», y un 30% que cree que debía hacerse. En cambio, solo un 15% respalda la nueva ley.
Por otro lado, el 50% de los encuestados cree que el Gobierno quedó «debilitado» tras la sanción de la reforma, mientras que para el 28% se fortaleció. Respecto a los cacerolazos, el 62% considera que fueron espontáneos y un 54% que golpearon la imagen de la gestión de Mauricio Macri.
A diferencia de lo que respondieron sobre esas protestas callejeras, el 73% de los sondeados respondieron que los incidentes ocurridos en las inmediaciones del Congreso mientras se discutía la ley fueron «planificados», y sólo un 13% que fueron espontáneos.