Alrededor de un centenar de delegados congresales participarán hoy de las deliberaciones del Comité Central Confederal de la CGT, paso previo al Congreso del 11 de noviembre, en el que se renovarán las autoridades de la central de trabajadores. Será el retorno de varios pesos pesados a la institucionalidad cegetista.
El Comité Central Confederal de la CGT comenzará a sesionar a partir de las 11 en el histórico salón Felipe Vallese de la central sindical ubicada en Azopardo 802.
En ese marco, los delegados congresales deberán definir las reformas estatutarias, si deciden reiterar el esquema de conducción tripartita, y la incorporación del cupo femenino, entre otros temas fundamentales.
Además, tendrán que confirmar si está en pie la marcha del 18 de octubre para conmemorar el Día de la Lealtad Peronista, por el 17 de octubre.
También figura en la agenda del debate el conflicto de encuadramiento sindical entre el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) que lidera Ricardo Pignanelli y el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio y Garagistas, que conduce el cosecretario general de la CGT, Carlos Acuña, por los trabajadores de estaciones de servicio de las rutas de la provincia de Buenos Aires.
El tema se debatirá pese a la oposición expresada por algunos dirigentes, como el metalúrgico Antonio Caló, según pudo saber Télam.
Esos trabajadores están encuadrados en el SMATA, pero desde hace tiempo el gremio de los garagistas reclama su pertenencia a su organización sindical, algo que deberán debatir los congresales mañana.
«No es posible que un Confederal, que es una instancia política de debate profundo analice un conflicto de encuadramiento entre dos organizaciones hermanas», había señalado el metalúrgico Antonio Caló, sin que su posición haya obtenido respaldo.
Lo mismo expresaron las 62 Organizaciones Peronistas, uno de los espacios que retornará a la vida interna cegetista.
Una de las reformas estatutarias que debe encarar el Confederal en su debate de mañana es la referida a la futura conducción, en el caso que continúe el triunvirato.
El triunvirato es el tipo de conducción que más voluntades concita y sirve para no llevar al seno de la CGT una lucha interna.
De prosperar la figura del triunvirato, la posibilidad que se baraja hasta el momento es que continúe Héctor Daer, apoyado por los gremios lineados con los gordos e independientes que numéricamente pesan, y mucho.
Por los gremios industriales, volvería a esta conducción tripartita el metalúrgico Antonio Caló y el tercer secretario general sería para algún dirigente de los gremios del transporte -de ahí la importancia de quién surja en el Congreso del 7 de octubre de la CATT-, o para el sector sindical que lidera el gastronómico José Luis Barrionuevo.
En este juego de alianzas para la futura conducción cegetista hay un detalle que nos es menor: aunque públicamente no lo manifiesten, no es un secreto que ni gordos e independientes, industriales y transportistas quieren al moyanismo en los primeros planos.