Del encuentro participaron representantes del Gobierno, empresarios agrupados en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), los representantes de las tres CGT y la CTA. La ausencia más notoria fue la de Hugo Moyano, quien fue suplantado por el secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Julio Piumato.
Hugo Yasky y Palo Micheli sí dieron el presente, pero no firmaron el aumento acordado del salario mínimo, a diferencia de sus pares de las CGT. El salario en cuestión, si bien no abarca a un conjunto grande de trabajadores de manera directa, significa un número de referencia para el sector informal.
El acuerdo cerró un aumento del 33% con subas que se desembolsarán en tres tiempos: 750 pesos en junio, 750 en setiembre y 500 en enero, llevándolo en total de $6060 a $8060.
Micheli afirmó que el nuevo monto salarial «va a quedar desactualizado en enero próximo, porque todos los pronósticos indican que la inflación va a superar el 40 por ciento». “Nosotros votamos en contra, pero perdimos como en la guerra, pero no se puede fijar un salario mínimo para el año que viene en 8.000 pesos cuando la canasta es de 16.000 pesos», expresó Micheli.
En cambio sí reconoció el aumento del 650 por ciento en el seguro de desempleo, Micheli sostuvo que «de 400 a 3.000 pesos es una avance que debemos reconocer».