Tras más de 6 años de espera, el 9 de marzo comenzará el juicio por el ataque y asesinato de un sindicalistas el 20 de noviembre de 2008, en 25 de Mayo. Ese día se produjo el crimen de Arnaldo Quiroga, gremialista de la construcción (UOCRA) a manos de una facción del Sindicato de Petróleo y Gas privado de Río Negro, Neuqén y La Pampa.
Los acusados, concretamente, son Héctor Fuentes y Fabián Pérez. Serán juzgados por el Tribunal de la Cámara del Crimen número 1 con una notable demora, luego de que la causa pasara por el juez de Instrucción de General Acha, Manuel Álvarez, y por el Tribunal de Impugnación Penal.
Por ese crimen Héctor Ariel Fuentes y Héctor Fabián Pérez están imputados de homicidio preterintencional, lesiones graves y daño agravado, todos en concurso ideal en carácter de instigadores.
Los imputados serán juzgados por el Tribunal de la Cámara del Crimen número 1 con una notable demora, luego de que la causa pasara por el juez de Instrucción de General Acha, Manuel Álvarez, y por el Tribunal de Impugnación Penal.
La guerra entre gremios involucró a representantes del Sindicato del Petróleo de Río Negro, Neuquén y La Pampa que comanda el número dos de la CGT Azopardo, Guillermo Pereyra y a trabajadores y dirigentes de la UOCRA de Gerardo Martinez.
Por ese hecho también Sergio Oscar Vázquez recibió lesiones de gravedad y además se incendiaron dos vehículos, un VW Gol y una pick up Chevrolet.
El día del asesinato, cerca de las 7 de la mañana, Quiroga estaba junto a un grupo de desocupados de 25 de Mayo en la rotonda del Puente Dique. Cuando llegó una patota, tras varios golpes, Quiroga huyó de manera paralela al canal matriz. Le tiraron piedras y cayó al agua. Pudo tomarse de unas ramas pero los piedrazos lo obligaron a soltarse. El cadáver fue encontrado varias horas después. Pos su parte Vázquez logró llegar hasta un móvil policial y, con medio cuerpo adentro de la cabina, salvó su vida, aunque fue golpeado de manera brutal.
El crimen fue un escándalo político porque el intendente David Bravo no dudó en involucrarse, incluso respaldando a algunos de los acusados, que en principio fueron varios más porque se ordenó la detención de 14 personas que integraban la patota agresora.
En un acto que se hizo en 25 de Mayo para celebrar los 100 años de la localidad, Bravo hasta hizo subir al palco -en el que estaba el gobernador Oscar Mario Jorge- a los delegados bajo sospecha. Los acusados eran apadrinados de Guillermo Pereyra, el gremialista y hoy senador, que también bancó las campañas de Bravo.
Pereyra no dudó en defender a los acusados del homicidio: “El compañero se tiró el agua y se ahogó. No tiene golpes. No son culpables de nada los compañeros. ¿Cómo no van a subir al palco? Si no son culpables. No hay que sentenciarlos, hay que esperar”, dijo en aquel momento.
Quiroga tenía 36 años y era un gremialista de la UOCRA de Mendoza. La pelea entre los bandos era por la caja de las afiliaciones: fue una de las primeras manifestaciones del boom petrolero en la región. La batalla campal involucró a unas 200 personas.