Estamos a sólo diez días de la jornada más caliente en la administración pública. Es que el próximo 29 de mayo será el momento en que coincidirán las elecciones de los gremios históricos antagónicos del sector: UPCN y ATE..
Por un lado la Central de Trabajadores Argentinos se dispone a enfrentar su primer proceso electoral luego de la fractura que sufriera en 2010 cuando no pudo saldar la disputa entre el estatal Pablo Micheli y el docente Hugo Yasky. Tras cuatros de años de liderazgo de Pablo Micheli, la CTA disidente tiene todo listo para renovar sus autoridades y el eje central estará en los estatales de ATE.
Los comicios que se realizarán el 29 de mayo fueron pensando para que coincidan con el 45 aniversario del “Cordobazo”, evento histórico sindical reiteradamente recordado por los ceteístas. Ese día estarán habilitados para votar 1.089.000 afiliados y podrán hacerlo en las más de 4.600 mesas dispuestas a lo largo del país. Los estatales de ATE alistados para votar por la renovación de sus autoridades serán 211.000.
Por su parte, la conducción de UPCN, gremio alistado en la CGT oficialista, en una jugada bastante provocativa y conociendo la convocatoria a elecciones de la CTA previamente, fijó fecha de sus comicios para el mismo 29. Ese día los afiliados a UPCN, que representa a 195.000 trabajadores de la administración pública, podrán colocar sus sobres en las urnas para renovar la conducción nacional y de las seccionales que integran Unión del Personal Civil de la Nación a la largo del país.
Desde UPCN todavía no presentaron la nómina completa que buscará quedarse al frente de la conducción nacional del gremio, sólo se sabe que será encabezada por el histórico Andrés Rodríguez. Además, no se presentaron listas de oposición por lo que la reelección de “El Centauro” Rodriguez es un hecho.
La historia de diferenciación entre ATE y UPCN viene de antaño pero con un pasado reciente que amplió la brecha. Aunque ambos hace muchos años conviven conflictivamente en la administración pública, la distancia entre ambos se consolidó con la llegada del menemismo y las posturas diametralmente diferentes que optaron sus conducciones. Desde ese momento nunca más hubo coincidencias y la confrontación se acentuó de la mano del afianzamiento de ATE como pilar de la naciente CTA.
El último capítulo que los encontró en posturas antagónicas fue en las paritarias del sector público. Mientras que el acuerdo fue anunciado como un logro por Andrés Rodriguez, líder de UPCN, en un acto en La Rosada, desde ATE comenzaron a desfilar por los medios repudiando lo firmado y denunciando complicidad entre UPCN y el gobierno nacional para destruir el salario de los trabajadores estatales.