Esta tasa del 33,6% también estuvo dos décimas por sobre la medición del segundo trimestre 2016, cuando el organismo retomó la medición de las cifras de empleo, que se discontinuaron a finales del 2015 debido a la manipulación que se hacían de las estadísticas.
Esta leve baja en la tasa del empleo «en negro» se dio junto a una reducción en el Índice de desocupación, que se ubicó en el 7,6% a finales del 2016, con una merma de 0,9% en relación con el tercer trimestre y de 1,7 % frente al segundo trimestre, cuando se reanudó la medición.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, enfatizó en diversos foros que uno de los principales desafíos para el Gobierno y para el sector privado es bajar la informalidad laboral, que actualmente supera el 33% de la población económicamente activa.
«Ese es el desafío que plantea el presidente (Mauricio) Macri. Generar inversiones para la creación de empleos. Enfrentamos una situación de informalidad: más del 30 por ciento de la población no tiene cobertura de seguridad social, no hace aportes al sistema previsional e impositivo y eso genera una mayor presión sobre quienes sí están en el circuito formal», esgrimió Triaca en un foro empresario.
El mayor porcentaje de trabajo precario se registró en la región Noroeste (NOA) con el 40,8%, mientras el menor se verificó en la región Patagónica con 16,9%, según el relevamiento que el organismo realizó en 31 conglomerados urbanos de todo el país.