Luego de amenazas y amenazas, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) resolvió lanzar un paro de 24 horas en la provincia de Buenos Aires tras el receso, que se prolongará desde el 21 de julio al 1 de agosto. «Los docentes decidieron no volver a las aulas luego de las vacaciones de invierno», aseguró la titular del gremio, Mirta Petrocini.
En principio, el paro convocado por la FEB se concretará el lunes 4 de agosto, fecha en que los alumnos deberán regresar a clases, aunque la huelga podría prolongarse si el gobierno no resuelve los reclamos del sector. «La medida podría extenderse por más días», advirtió Petrocini.
El fantasma de la huelga docente y los chicos sin clases, es uno de los principales obstáculos que tiene que afrontar el gobernador Daniel Scioli de cara a lo que será su carrera por la presidencia el año próximo.
El histórico paro de 18 jornadas realizado por los docentes bonaerenses ya dejó golpeada la imagen de DOS y se teme que pueda ser su talón de Aquiles en una competencia que está en pleno desarrollo.
Los docentes reclaman la restitución de los cupos y mejora en el Servicio Alimentario Escolar –comedores–; también el monitoreo del impacto inflacionario en los salarios y la implementación del Fondo Escuela y el Fondo de Financiamiento Educativo.
Denuncian, además, que todavía existen irregularidades en el pago de los salarios, la falta de cobertura de cargos, problemas de infraestructura y transporte escolar, deficiencias en las prestaciones de la obra social (IOMA), faltante del mobiliario escolar y retrasos en los trámites jubilatorios, entre otros puntos.
En el congreso que se realizó en la Ciudad, la FEB votó la realización de asambleas distritales y una movilización a La Plata, medida que se llevará adelante en conjunto con las entidades que conforman el Frente Gremial Docente Bonaerense (SUTEBA, UDA, AMET y SADOP).
«Las autoridades tienen que comenzar a dar una respuesta urgente a estas demandas que son legítimas y que garantizan la educación pública con la mejora y la optimización de las condiciones generales», sostuvo Petrocini en un comunicado.
La semana pasada, la Unión de Docentes de Buenos Aires (UDOCBA), que no integra el Frente Gremial y responde a la CGT de Hugo Moyano, había anunciado un paro de actividades para el 16 de julio en demanda de aumento salarial. El sindicato, que exige la reapertura de paritarias y elevar el salario básico docente a 6.400 pesos, convocó a una movilización a la Casa de la Provincia para el 15 de julio e invitó a las otras organizaciones gremiales docentes a participar de las medidas.
UDOCBA también planea un regreso conflictivo del receso invernal. El paro del 16 de julio podrá ser el inicio de un plan de lucha que los tenga de huelga una vez finalizadas las vacaciones.