El Gobierno adelantó que buscará retomar el diálogo con la CGT para intentar desactivar el paro de abril

En Casa Rosada detectan pocas chances de que la central suspenda la medida, pero intentarán apelar a los dialoguistas del triunvirato a través de Guillermo Francos y apretar un levantamiento de la medida. La CGT aseguró en conferencia de prensa que «este paro no se levanta».

Mientras en la sede histórica de Azopardo, el consejo directivo de la Confederación General de Trabajo (CGT) debatía la fecha en la que convocarán a un nuevo paro, en Casa Rosada se alistaban para retomar contacto con los referentes dialoguistas que integran el triunvirato con la esperanza de intentar desactivar la medida. 

El designado por el Ejecutivo es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de perfil moderado y el funcionario con mejor relación con algunos gremios.

De antemano, en Balcarce 50 consideran que el desafío que deberá afrontar Francos es “una tarea difícil”, e incluso ven poco probable la posibilidad doblegar la voluntad de la central. “Vamos a intentar convencerlos esta semana que viene, pero no creemos que sea factible conseguir la postergación”, sostuvo a NA una fuente de Gobierno. 

Desde el entorno del presidente Javier Milei volvieron a apelar al argumento que pretende ser descalificador al señala que la huelga responde a una intencionalidad política forzada por las grandes represiones que sufrieron las marchas de los últimos miércoles de jubilados frente al Congreso. “Es una sobre reacción. Estuvieron compelidos”, definió un funcionario ante Noticias Argentinas, y agregó: “Han tomado una decisión producto de las circunstancias y es complejo que den un paso atrás”. 

El cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, ya respondió al repetido intento de deslegitimar la medida de fuerza de la central: «Hay que entender de una vez que un paro de la CGT es un paro político» porque “disputa temas políticos” como, por ejemplo, “que no queremos que nos pisen las paritarias, que no queremos la caída de los ingresos, que no puede ser que los jubilados sean la variable de ajuste, que no puede ser que las tarifas aumenten por sobre los salarios”, detalló.

Sin embargo, desde el Ejecutivo utilizarán los días que le quedan al mes de marzo y los instrumentos que estén al alcance para evitar el tercer paro general contra la gestión, luego de los del 24 de enero y el 9 de mayo de 2024. 

A tono, el vocero presidencial, Manuel Adorni, rechazó hoy la convocatoria a la medida al sostener que se trata de paros “para defender intereses propios” y que están organizados “para dañar al Gobierno”. “Acá no hay nada que amerite un paro”, sostuvo en conferencia de prensa con su habitual acidez.