El Gobierno viene analizando la idea de hacer un fuerte ajuste en el Correo Argentino desde hace meses y hoy lo dejó trascender a través de La Nación, uno de sus voceros favoritos. El plan que filtraron prevé recortar el rojo de la empresa postal estatal en 2018 y obtuvo el visto bueno de la Casa Rosada.
En el Correo no sólo se encarará en los próximos meses una gran reducción de los gastos operativos, sino que también se recortarán unos 1700 empleos, entre propuestas de jubilaciones anticipadas, retiros voluntarios y bajas de personal temporario.
Además, se eliminarán aportes a los gremios y se planteará una paritaria sin aumentos de salarios.
Con unos 16.600 empleados, el Correo Argentino es una de las empresas del Estado que más dinero le está demandando al Tesoro. En 2016, la empresa había recibido transferencias por $2016 millones y se calcula que este año demandará otros $3500 millones.
«Lo que más le importa al Gobierno es que la empresa no le pida más plata», explicó una fuente del Gobierno al tanto de los detalles al diario de Mitre.
Pero quienes conocen de cerca el negocio ya advierten que el plan con el que el Gobierno apunta a conseguir el equilibrio financiero de la empresa postal para 2019 será de muy difícil aceptación para los gremios, a quienes recién se les notificará la semana próxima.
Por empezar, está previsto que la empresa reduzca el aporte especial que hace a los gremios del 7,5% a cero y también dejaría de pagar las licencias gremiales. Son dos medidas que podrían ser difíciles de digerir para los delegados de las cuatro federaciones que agrupan a los 96 gremios del Correo.
Aunque tampoco será fácil comunicarles a sus bases que el aumento salarial del 5% previsto para enero será postergado hasta mayo, según el plan del Gobierno. Mientras que, para 2018 la idea es que los empleados del Correo acepten una paritaria sin aumento, lo cual implicará un ajuste real de por lo menos un 12%, bajo el supuesto de que se cumpla -cosa poco probable- la meta de inflación prevista por el Banco Central (BCRA).
Los recortes de personal, que ya habían comenzado en 2016 a razón de unos 35 puestos por mes, se elevarán a partir del nuevo plan a unos 100. También se darían de baja los contratos de 500 personas que están bajo el régimen de personal temporario (ya se habían eliminado unos 2500 en dos años). Por lo cual, para fin de 2018 la plantilla se reduciría en poco más de un 10%. La idea, además, es rebajar gastos operativos e incrementar las horas de trabajo semanales.